Los cubanos enfrentaron el lunes la cuarta jornada de una de las peores emergencias energéticas de los últimos años con un abastecimiento de electricidad parcial e intermitente ante la llegada del huracán Oscar, degradado a tormenta tropical, en el oriente de la isla.
La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, lucía semiparalizada el lunes. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se veían pocos autobuses y carros en las calles.
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89% de La Habana recupera la electricidad
La Empresa Eléctrica de La Habana informó que, según el reporte de las 2:00 p.m., 769.810 de sus clientes ya contaban con servicio eléctrico en la capital de la isla, lo que representa el 89,3 % del total de clientes en la ciudad. También confirmó que las 10 fuentes principales de abastecimiento de agua se habían puesto en servicio.
Sin embargo, varias provincias del país siguen sin servicio en medio del apagón nacional que ya cumple su cuarto día.
El gobierno suspendió las clases y las actividades no vitales hasta el jueves mientras se recupera el sistema energético nacional que colapsó el viernes, pero continúa con la operación de servicios básicos como hospitales y bombeo de agua. La gente hacía colas para comprar pan y alimentos subvencionados y sólo despachaban algunas gasolineras.
Impacto del huracán Oscar en la isla
Las provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Las Tunas y Holguín recibieron el lunes a Oscar, un huracán categoría uno degradado a tormenta tropical, complicando más aún el escenario energético, tanto por su capacidad de destruir infraestructura como la imposibilidad de usar centrales en esa zona para generar energía.
Oscar entró por las inmediaciones de la ciudad de Baracoa en la tarde del domingo y con un tránsito lento dejó aguaceros y algunas marejadas, así como inundaciones en áreas bajas. No se reportaron fallecidos y las autoridades no informaron sobre la cuantía de las afectaciones.
El camino pronosticado para Oscar pasa por varias centrales y plantas de generación de energía, lo cual obstaculiza una normalización de la corriente, explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O.
Protestas en zonas populares
La noche del domingo se desarrollaron protestas en algunos puntos de La Habana, donde vecinos molestos demandaban la normalización del servicio batiendo cacerolas, constató AP.
“La luz hace tres días que no la tenemos y la comida se nos está pudriendo. Cuatro días sin corriente es un abuso con los niños”, dijo a la AP una vecina, que sólo quiso identificarse como Mary Carla para evitar ser plenamente identificada, durante una manifestación de varias decenas de personas en el barrio de Santos Suárez.
También allí estaba Rachel, madre de un bebé. “Tengo un niño de tres meses y lo tengo de picaduras hasta el pelo (lleno), ya no da para más. No hay luz, no hay agua, no hay nada”, indicó la mujer angustiada.
En las madrugadas del fin de semana hubo algunas protestas en barrios populares que no habían recibido nada de corriente como Centro Habana y Santos Suárez, constató The Associated Press. Varias docenas de vecinos hacían sonar sonaban sus cacerolas, algunos pocos en las calles y otros desde sus balcones.
Presidente Díaz-Canel advierte a los manifestantes
El presidente Miguel Díaz-Canel reconoció el domingo por la noche que la gente estaba disgustada por la falta de luz.
“Hay toda una capacidad desde el partido y otras organizaciones para dar respuesta a las inquietudes de la población, siempre que sea de manera decente, organizada, civilizada y disciplinada”, dijo el mandatario, que advirtió que “no vamos a permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo”.