Cada 10 de septiembre, el mundo conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha que busca crear conciencia sobre la prevención del suicidio. Consultamos a dos especialistas en salud mental, quienes resaltan la importancia de la comunicación y la empatía para prevenir el suicidio.
Esta fecha, reconocida como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, busca no solo recordar la gravedad del problema, sino también resaltar la esperanza que reside en la prevención.
La psicóloga Misvely Pereira señala que el mes de septiembre es crucial para la psicoeducación y la sensibilización en torno a la salud mental. Durante este período, diversas organizaciones alrededor del mundo trabajan para crear espacios seguros donde se puedan abordar las historias de aquellos que se sienten vulnerables.
Comunicación para prevenir el suicidio
Bajo el lema “Cambiar la narrativa”, la conmemoración de este año se centra en la comunicación, invitando a participar en la transformación de las historias de vida de quienes luchan con pensamientos suicidas. Pereira enfatiza que, aunque el suicidio representa el 1% de las causas de muerte a nivel mundial, es un fenómeno prevenible. A través de la empatía y la atención, es posible transformar las historias de vida de quienes enfrentan pensamientos suicidas.
Pereira promueve actividades en beneficio a la salud mental, como clases de yoga, los días sábado en el parque del este, y distintas charlas. En el mes de septiembre sugiere la conferencia experiencial Me Despido, en la que seis expertos en salud mental abordan temas sobre ansiedad, depresión y suicidio y métodos de prevención.
Señales de alerta
La psiquiatra María José González destaca algunas de las señales de alerta que pueden indicar un riesgo suicida. A menudo, estas señales son sutiles y pueden manifestarse de maneras inesperadas. González menciona que algunas personas pueden comenzar a agradecer a sus seres queridos por cosas que antes no valoraban, o mostrar episodios de tristeza intensa junto con una desconexión emocional.
“No todos los suicidas tienen una apariencia triste; algunos pueden parecer alegres y estar consolando a quienes los rodean”, advierte.
Además, resalta que frases como “no quiero estar aquí” o “estoy cansado” deben considerarse como señales importantes. En ese sentido, apunta que antes de buscar una solución, se debe preguntar a la persona por qué se siente así, qué le está haciendo sentir así, para poder obtener una buena respuesta y saber si podría estar en situación de riesgo suicida.
Empatía, comunicación y atención
La clave para abordar estas situaciones, según González, es la empatía. Escuchar sin juzgar y permitir que las personas expresen su desesperación puede ser la herramienta más poderosa para abordar las situaciones donde los allegados enfrentan dificultades. La especialista destaca que a veces puede ser más reconfortante la presencia de quien está dispuesto a escuchar, en lugar de la búsqueda de soluciones.
En este sentido, la especialista precisa la importancia de acompañar en silencio a nuestros seres queridos en los momentos de crisis, brindándoles un espacio seguro para desahogarse y manifestar las emociones que albergan.
Cambiar la narrativa para fomentar la solidaridad
González resaltó que todos podemos desempeñar un papel activo en la prevención del suicidio al estar atentos a las señales, ofrecer un oído comprensivo y fomentar un ambiente de apoyo. Al cambiar la narrativa, no solo ayudamos a aquellos que están sufriendo, sino que también contribuimos a construir una sociedad más solidaria.
En este Día para la Prevención del Suicidio, el llamado es claro: la comunicación y la empatía son nuestras herramientas más poderosas. Al abrirnos a escuchar y acompañar a nuestros seres queridos en sus momentos más oscuros, podemos hacer una diferencia tangible. La prevención del suicidio es un esfuerzo colectivo, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar.