La XI cumbre extraordinaria de los líderes de ALBA-TCP concluyó este lunes con una declaración conjunta que reafirma el compromiso de la alianza con los principios de integridad, no injerencia y respeto a los asuntos internos de sus miembros.
En un documento de nueve puntos, los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) condenaron cualquier golpe o intentona golpista contra Venezuela, calificándolos como vías violentas, ilegales e inconstitucionales que amenazan la democracia, la paz y la vida misma.
Los líderes rechazaron los planes y acciones desestabilizadoras promovidos por actores externos que buscan «desconocer la voluntad democrática y legítima» de las naciones latinoamericanas y caribeñas expresada en las urnas. Además, repudiaron «la guerra comunicacional» cargada de odio, intolerancia, discriminación y desprecio en las redes sociales, dirigida estratégicamente a las generaciones más jóvenes de la sociedad venezolana para fomentar la violencia y la barbarie.
La declaración también condenó «los ataques y actos vandálicos contra personas, infraestructuras públicas, símbolos religiosos y patrios de la idiosincrasia venezolana, que intentaron sembrar una matriz de opinión de caos durante los comicios del 28 de julio, los cuales transcurrieron en paz y democracia».
Los mandatarios denunciaron el desconocimiento del resultado electoral por parte de «un sector fascista y violento de la oposición venezolana», que solicitó abiertamente intervencionismo y más sanciones para el país, en detrimento del pueblo. Asimismo, reclamaron a la comunidad internacional respetar la soberanía y autodeterminación de los venezolanos, lamentando que algunos gobiernos cuestionen los resultados electorales y emitan comunicados contrarios a la realidad del país.
“Es fundamental que todos los Estados reconozcan el principio de no injerencia en los asuntos internos y trabajen juntos para fomentar el diálogo y la cooperación constructiva en lugar de alimentar divisiones”, enfatizaron en el documento.
Entre otros puntos, los dignatarios saludaron la reelección del presidente Nicolás Maduro, reconocieron la soberanía de Venezuela para resolver sus propios asuntos y reafirmaron el carácter de América Latina y el Caribe como zona de paz.
La cumbre extraordinaria de ALBA-TCP se llevó a cabo de manera virtual, encabezada por Maduro y con la participación de los presidentes Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua), así como de los primeros ministros Ralph Gonsalves (San Vicente y las Granadinas), Dickon Mitchell (Granada), Roosevelt Skerrit (Dominica), Terrance Drew (San Cristóbal y Nieves) y Philip J. Pierre (Santa Lucía). También estuvo presente como invitada la embajadora de Honduras en Venezuela, Scarleth Romero.
Según el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Yván Gil, el propósito de la cumbre fue fijar una posición en solidaridad con el gobierno venezolano y su pueblo, ante la injerencia de Estados Unidos y de naciones de la Unión Europea.