La NASA decidió el sábado que es demasiado arriesgado traer a dos astronautas de vuelta a la Tierra en la nueva cápsula de Boeing, por lo que tendrán que esperar hasta que SpaceX los recoja el año próximo. Lo que debió haber sido un viaje de prueba de una semana para la pareja ahora durará más de ocho meses.
Los experimentados pilotos se encuentran varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde principios de junio. Una serie de molestas averías en los propulsores y fugas de helio en la nueva cápsula arruinaron su viaje a la EEI, y terminaron en un patrón de espera mientras los ingenieros realizaban pruebas y debatían qué hacer con respecto al viaje de regreso.
Después de casi tres meses, la decisión finalmente fue tomada el sábado por los directivos de mayor rango de la NASA. Butch Wilmore y Suni Williams volverán en febrero, en una nave de SpaceX. Su cápsula Starliner vacía se desacoplará a principios de septiembre e intentará volver en piloto automático para tocar tierra en el desierto de Nuevo México.
La decisión representa un duro golpe para Boeing y se suma a las preocupaciones de seguridad que aquejan a la empresa en su división aeronáutica. Boeing contaba con el primer viaje tripulado del Starliner para revivir el problemático programa después de años de retrasos y aumento de costos. La empresa había insistido en que el Starliner era seguro con base en todas las pruebas recientes de propulsores realizadas en el espacio y en la Tierra.
Boeing no participó en la conferencia de prensa del sábado realizada por la NASA, pero publicó un comunicado: “Boeing continúa centrándose, en primer lugar, en la seguridad de la tripulación y de la nave. Realizamos las misiones según lo determinado por la NASA y estamos preparando la nave para un retorno sin tripulación seguro y exitoso”.