El doctor Nelson Valera, quien fue embajador de Venezuela en Suecia y Hungría, además de haberse desempeñado como funcionario diplomático en Francia, Austria, China, Bulgaria y en la entonces Unión Soviética, estima que la situación política de nuestro país es muy compleja y, por tanto, difícil de resolver.
El autoritarismo acaba con la democracia
Al ser entrevistado por El Impulso, el diplomático de gran experiencia, dice que estamos en presencia de la muerte de la democracia y se cumple la advertencia de los más viejos expertos en materia política del mundo, quienes han venido diciendo que el peor enemigo de las libertades públicas y de los derechos de los ciudadanos es el autoritarismo.
Y, precisamente, eso aquí se està cumpliendo, y no sabemos hasta dònde va a llegar, porque no se ha respetado la decisión tomada por la mayoría del pueblo, el cual escogió la vía pacífica, la ruta electoral y aprovechar los resquicios que le quedaban a la ciudadanía, para a través del sufragio universal, directo y secreto, darse el sistema de vida político que quiere.
Esa fue una determinación firme y abrumadora, pero que no sea respetada nos lleva a una era venezolana que nunca habíamos vivido, asienta. Aquí cuando gobernaban las dictaduras o existían gobiernos militares autoritarios eran muy visibles y los dictadores se quitan las caretas de una vez.
Pero, aquí se ha estado vapuleando de una manera a otra, que sí o que no, para que finalmente nos demos cuenta que estamos ante un gobierno autoritario, que quiere dirigir la administración de los venezolanos, aunque la gran mayoría ha dicho que no quiere esa vía.
El voto es un derecho humano
¿Cómo ve la situación que se ha presentado con la detención de unas 2.400 personas por manifestar al estar en desacuerdo con las cifras dadas por el presidente del Consejo Nacional Electoral, se denuncia que testigos de mesas también han sido presos y algunos dirigentes políticos igualmente están sometidos a prisión, e incluso se ha anunciado que habrá una cárcel para ellos ? ¿Acaso hay un delito por disentir en torno al voto?
El sufragio es, definitivamente, un derecho, contemplado como derecho de participación en nuestra Constitución. Desde hace mucho tiempo se ha venido violando la Constitución, pero nunca con tanta energía como ahora. El derecho a ejercer el voto es un derecho humano establecido en la Constitución venezolana al igual que a niveles internacionales, de las Naciones Unidas, porque la democracia es un derecho de vida. Lo que sucede aquí es un poco lo que ha pasado en otros países que han tenido y tienen regímenes autoritarios y nunca han salido de ellos, como fue el régimen de la Unión Soviética y el de Rusia ahora, donde se ha continuado con el autoritarismo. Eso es lo que está pasando un poco acá. Yo no estoy comparando un país con otro, pero existe ese tipo de sistema, ese tipo de poder, dentro de un marco ideológico para la satisfacción de intereses políticos, ideológicos y personales. Yo he visto en otros países la existencia de una nomenclatura que, generalmente, la forman quinientas personas, las cuales son las que tienen el poder y están entrelazadas entre ellas mismas. Pero, volviendo al contenido de la pregunta, ni votar, ni ser testigos de mesas, ni coordinadores de centros de votación, constituyen faltas o mucho menos delitos, porque esas actividades están contempladas en la Ley de Procesos Electorales. El derecho político de sufragar es un derecho humano, definitivamente. No es una pantomima ir a una mesa para ser testigo, sino que forma parte de un esquema diseñado por la democracia para sustentar que las votaciones sean transparentes, claras y legítimas.
El fascismo es aplicado por el Estado
Desde el gobierno se ha venido hablando mucho de que la oposición representa al fascismo, pero tenemos entendido que el fascismo es una doctrina política muy bien especificada, según la cual la sociedad tiene que estar al servicio del Estado, fuera del Estado no puede haber nada y por tanto los fascistas son socialistas con tendencia militarista y apoyan a grupos armados para atacar a quienes adversan esa forma de gobernar. El mejor ejemplo lo fue Benito Musolini, en Italia, quien precisamente había sido comunista y pregonó sus ideas a través de medios impresos. ¿Cómo puede, entonces, tener control del Estado quienes se encuentran en la oposición y son todo lo contrario al comunismo o al llamado socialismo?
Sin duda alguna, todos sabemos que el etiquetar a la oposición, a través de palabras, corresponde al accionar de los regímenes autoritarios de los años 70, en los sistemas comunistas y ese etiquetaje ha sido tomado de los gobiernos soviéticos. Etiquetar a quienes están en la oposición de fascistas, no es posible, porque esa es una ideología que aplica un gobierno, no los ciudadanos porque éstos no tienen el poder para tomar posesión de empresas del Estado o imponer medidas como lo hace el Estado. El fascismo se aplica cuando se acciona en gobiernos fascistas. Y lo que vemos en este momento es que el fascismo está de un lado y no del otro. El fascismo es aplicado por el Estado. Es lo mismo que llaman terrorismo de Estado, van en cadena.
La ley del odio también es autoritaria
¿Esa ley contra el odio también forma parte de alguno de los gobiernos que usted conoció cuando fue diplomático?
Sí, sí existe. En los sistemas autoritarios existe la figura del odio y, además, por esa circunstancia aplicar la violencia, El violentismo”, entre comillas, es una forma de supervivencia de las dictaduras más criminales y los ejemplos más patéticos los estamos viendo en Cuba y Nicaragua, así como en países desarrollados de Asia. Se puede ver en Corea del Norte o Vietnam. Es la misma cosa con diferente nombre.
Cuándo se aplican las leyes invisibles
¿Y en cuanto a las cárceles para aislar a los disidentes, como ocurría en Siberia, sigue siendo práctica de esos gobiernos autoritarios?
Claro, que sí. Y es importante decirlo que en estos países de regímenes autoritarios se pone de manifiesto una Constitución, también entre comillas, de grupos que tienen el poder. Aquí no se aplica la Constitución venezolana como tal, se saca, se muestra y se blande por los aires como la mejor Constitución del mundo, pero realmente está en el papel. Los gobernantes respetan la Constitución cuando les conviene, lo que no debería ser así. No sólo hay un reducido espacio para quienes están en la oposición, sino que existe una invisible Constitución autoritaria que lleva a los gobernantes a utilizar conceptos que no figuran en ninguna parte de las leyes venezolanas. Es deplorable, condenable y lamentable que haya una Constitución invisible, aplicable cuando se desconoce la original.
Las redes sociales exponen la realidad
¿Qué opinión le merece que el presidente de la Asamblea Nacional se haya pronunciado por controlar, por supuesto con una ley, las redes sociales, a las cuales calificó de ser una dictadura de los poderosos del mundo?
En absoluto. Si las redes sociales no son manejadas por los gobiernos, no les sirven. Es por eso que deciden sacarlas como sacan de las parrillas los canales de televisión. Se da el caso de que algunos gobiernos promueven las emisoras comunales como propagandas oficialistas. Las redes sociales son una realidad mundial y gracias a ellas se puede obtener informaciones que son silenciadas por los gobiernos. No le son convenientes a gobiernos autoritarios. Pero, eso sí, son instrumentos extraordinarios para conocer las realidades de todos y cada uno de los países. Y en este mundo tan globalizado no es posible cercenar las informaciones. La gente está y va a estar bien informada en forma oportuna.
