Luis Suárez decidió el viernes no apelar su suspensión de 10 partidos por morder a un oponente durante un partido por la liga Premier.
«Quisiera explicarle a todos que decidí aceptar la suspensión, porque aunque 10 partidos sin dudas es una suspensión mucho mayor a las que se han impuesto en casos pasados en los que hay jugadores que han resultado heridos de seriedad, reconozco que mi comportamiento fue inaceptable en la cancha de fútbol, y no quiero darle una impresión incorrecta a la gente con una apelación», dijo Suárez en un comunicado publicado en su página de Facebook.
La Asociación Inglesa de Fútbol (FA, por sus siglas en inglés), indicó que la sanción comenzará de inmediato, lo que significa que el delantero uruguayo de Liverpool se perderá los cuatro partidos restantes de esta temporada y los seis primeros de la siguiente.
Suárez recibió uno de los mayores castigos en la historia del fútbol inglés por conducta antideportiva en la cancha, por morder el brazo del zaguero de Chelsea, Branislav Ivanovic, en el empate del domingo 2-2 en Anfield.
Suárez pudo haber apelado la decisión de una comisión independiente, que agregó siete partidos a la sanción normal de tres fechas por conducta violenta.
«Espero que me perdonen todas las personas a las que ofendí el domingo pasado en Anfield, y de repito mis disculpas personales a Branislav», agregó Suárez.
El técnico de Liverpool, Brendan Rodgers, dijo que el castigo fue aplicado «al hombre en vez del incidente», ya que el uruguayo fue suspendido siete partidos por morder a otro jugador en la liga holandesa en 2010, y también ocho partidos en 2011 por insultos racistas al defensor de Manchester United, Patrice Evra.
El arquero de Liverpool, Pepe Reina, consideró que la suspensión es «absurda, desproporcionada e injusta».
Sin embargo, el primer ministro británico David Cameron opinó el viernes que Suárez presenta un mal ejemplo a los jóvenes al morder a un oponente, y aplaudió la sanción.
«Expresé mi opinión como padre que estaba viendo el partido», dijo Cameron. «Tengo un hijo de siete años que le encanta el fútbol, y cuando los jugadores se comportan así, presentan un ejemplo muy malo a los jóvenes de nuestro país».
«He leído en algunos periódicos que piensan que esto no es grave», agregó. «Yo creo que es grave, cuando tratas de criar bien a tus hijos, y ellos ven a los futbolistas como ejemplos a seguir».
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