A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Venezuela, el secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila, ha alzado su voz para instar a los candidatos a participar en un debate político.
En una rueda de prensa celebrada en Caracas, Ávila expresó la necesidad de que los electores conozcan a fondo las propuestas y capacidades de los aspirantes a la máxima magistratura del país.
“Este llamado no solo responde a un anhelo popular de transparencia y claridad en las propuestas, sino que también busca romper con la polarización que ha marcado la política venezolana durante mucho tiempo”, afirmó Ávila. Desde su perspectiva, la dicotomía entre un gobierno cuestionado y una oposición sin una alternativa convincente ha dejado al país estancado en un ciclo de descontento y falta de progreso. El desencanto hacia ambos bandos tradicionales ha alcanzado niveles históricos, y los venezolanos anhelan un cambio real y tangible.
El líder político subrayó la importancia de abordar los problemas fundamentales que enfrenta Venezuela: la crisis económica, la escasez de servicios básicos y la migración masiva de ciudadanos en busca de oportunidades. Además, hizo hincapié en la necesidad de restaurar el orden democrático y los derechos humanos, inexistentes en los últimos años.
“Es hora de que los candidatos demuestren su capacidad para liderar y enfrentar estos desafíos”, declaró Ávila. Un debate político robusto no solo marcaría las diferencias entre los aspirantes, sino también proporcionaría a los votantes la información necesaria para tomar decisiones responsables en las urnas.
El secretario general de Unidad Visión Venezuela también criticó la lucha estéril entre las dos cúpulas políticas tradicionales. Según él, los venezolanos merecen opciones reales y no deben estar condenados a elegir entre lo malo y lo peor. Propuso explorar una tercera vía, representada por líderes comprometidos con la integridad, la transparencia y el verdadero servicio público.
En su conclusión, Ávila enfatizó que convocar a un debate político antes de las elecciones del 28 de julio no solo es un acto de transparencia democrática, sino también una medida urgente para revitalizar la esperanza y la confianza en el proceso electoral. Es momento de demostrar que hay alternativas viables y de calidad para los venezolanos, y que el cambio es posible en una nación con un potencial innegable.