Cumpliendo con el espíritu, propósito y razón de ser de la “Red de Instituciones Larenses,” y basándome en su Visión y Misión, se puede suponer que es necesario analizar la problemática que encierra la actual producción agroalimentaria del país, con la única intención de compartir percepciones de lo que ocurre en este sector con el fin de que se tomen a tiempo las medidas correctivas, evitando así, contratiempos que pueden ser muy perjudiciales para quienes habitamos en esta “Tierra de Gracia” llamada Venezuela.
Todo hace presumir que existe un completo despelote en materia de estadísticas referidas a la producción agropecuaria; algunos funcionarios publican cifras, supuestamente, desfasadas e incongruentes; y diferentes dirigentes agrarios las declaran según su criterio, demostrando así, sus intereses personalistas.
La destrucción de la producción agropecuaria del país es evidente e injustificable; acrecentando la inmensa deuda del Estado venezolano en cuanto a soberanía agroalimentaria se refiere, y se anuncia que se mantiene como premisa la exportación de materias primas agrícolas.
No es fácil la recuperación de la caída de las exportaciones agropecuarias que alcanzan cifras desorbitantes cercanas al 100%. En café pasamos de ser el primer país exportador del mundo en cuanto a calidad y segundo en cuanto a cantidad a tener que importar, según cifras del Sindicato Nacional de Café Venezuela, aproximadamente, el 94,2% del consumo interno, pero, algunos funcionarios anuncian que el país podría estar en capacidad de exportar café (¿venezolano?), además de cereales y hortalizas. Señalando incluso, que es la propuesta para el intercambio comercial entre los aliados internacionales del gobierno.
Mientras, datos del INE han sido incongruentes con semejantes aseveraciones puesto que han mostrado caídas hasta del 92% en esas exportaciones; en café, por ejemplo, es del 100%; y, la recuperación de la producción en condiciones óptimas, no podría tardar menos de 4 años; por la fisiología de las plantas y, pregunto: ¿Después del éxodo de los caficultores que se han integrado a la diáspora infame, como consecuencia del hambre y la miseria aplicada a través de los precios impuestos, unilateralmente, dónde se conseguirá la mano de obra necesaria para cultivar café, cuyas labores agrícolas se realizan manualmente y por las irregularidades de las zonas donde se realizan los cultivos en pendientes pronunciadas, es imposible mecanizar ?
¿Cómo solucionar los problemas ocasionados por los altísimos costos de producción, resultado de la hiperestanflación a la cual hemos sido sometidos, situación que nos imposibilita ser competitivos con otros países productores exportadores?
Para el año 1998, según estadísticas del extinto “FONDO NACIONAL DEL CAFÉ, FONCAFÉ”, Venezuela exportó 600.000 quintales de café, ocupábamos el lugar Nº 21, entre los 52 países exportadores, que cuantificaba la “Organización Internacional del Café, ICO (Por sus siglas en idioma inglés); la prensa nicaragüense ha publicado que Venezuela le ha comprado a su país, casi $50.000.000, en una cosecha; aproximadamente, 300.000 q. de café.
Altos funcionarios han aseverado que, en años anteriores se habían cosechado hasta 3.831.000 quintales de café y declaraciones similares han sido hechas posteriormente; habiendo pasado los picos de las cosechas; entre el 20 de noviembre y el diez de diciembre, por fisiología de las plantas y por necesidad de los caficultores, que cosechan cuanto pueden para costear sus deudas y tener para los gastos de navidad, basado en cifras del extinto “FONDO NACIONAL DEL CAFÉ, FONCAFÉ” que cuantificaban el consumo interno en 950.000 quintales/año y sumando el crecimiento de la población venezolana que estadísticamente ha sido estimado en un 30 por ciento, suponiendo que hasta los neonatos toman café y sin restar la diáspora estimada en 8 millones de venezolanos, los cálculos darían un consumo interno de, aproximadamente, 1.235.000 quintales/ año, ante el gran volumen que ocupan, he preguntado:
¿Dónde estaban almacenados los 2.596.000 quintales restantes?
Ante lo que presumo son incongruencia, también he preguntado:
¿Cuál café estamos exportando? ¿Triangulación? ¿A quién se beneficia?
Supongo que cualquier estrategia a seguir en pro de la recuperación del sistema productivo agroalimentario debe realizarse con bases sólidas… ¡REALES!
Supongo que no está de más recordar las palabras referidas a la producción agropecuaria, pronunciadas por el General Dwight Eisenhower, Comandante Supremo de las Tropas Aliadas durante la II Guerra Mundial siendo presidente de los Estados Unidos de América, Cito:
“La Agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz
y se está a mil millas del campo de maíz”.
Maximiliano Pérez Apóstol