El embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Frank Mora, delineó los objetivos geopolíticos de la administración Biden en la próxima cumbre del foro regional en Asunción (Paraguay). La Casa Blanca se propone tres metas claras: proteger las elecciones en Venezuela, condenar la dictadura en Nicaragua y respaldar la transición democrática en Haití.
El embajador Mora enfatizó la determinación de presionar a Maduro para lograr elecciones creíbles y justas en Venezuela. La estrategia de la Casa Blanca implica monitorear el proceso electoral y respaldar las gestiones políticas lideradas por Lula da Silva y Gustavo Petro. El objetivo es evitar que Maduro desencadene una crisis institucional en América Latina en caso de una eventual derrota ante la oposición venezolana, encabezada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, según reseñó Infobae.
«Seguimos empujando y presionando a Maduro para que se tengan elecciones creíbles y justas en Venezuela», declaró el funcionario.
Diálogos con Venezuela
En paralelo, los presidentes de Brasil y Venezuela han mantenido diálogos con Maduro y la administración Biden para actuar como garantes del proceso electoral, tanto antes como después de los comicios.
«El presidente Petro y el presidente Lula han hecho comentarios sobre algunas de estas cosas que hemos visto en las últimas semanas y meses. Creo que esos son mensajes positivos de estos vecinos de Venezuela», añadió el diplomático.
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Mora subrayó la importancia de su papel institucional en esta coyuntura. Aunque reconocen los desafíos, no se muestran ingenuos y continúan trabajando en colaboración con la comunidad internacional.
«Estamos preocupados, no somos ingenuos. No somos. Pero vamos a continuar con la comunidad internacional y particularmente con los vecinos de Venezuela», enfatizó Mora.
En Venezuela, los comicios están a merced de la voluntad política de Nicolás Maduro, quien controla todas las instituciones estatales. El gobierno ha impedido que observadores de la Unión Europea viajen al país para supervisar el proceso electoral, y ni siquiera invitó a la OEA a cumplir con ese objetivo crucial.
