Entre enero y mayo de este año, México fue testigo de un movimiento migratorio sin precedentes. Aproximadamente 1,39 millones de migrantes irregulares de 177 países atravesaron el territorio mexicano con el objetivo de llegar a la frontera con Estados Unidos, según informó el Instituto Nacional de Migración (INM).
La composición de este flujo masivo incluyó 738.270 hombres adultos y 362.979 mujeres adultas viajando solos. Adicionalmente, 154.291 adultos formaban parte de unidades familiares acompañados por 135.151 menores. Notablemente, también se encontraban entre los migrantes 2.992 niños no acompañados.
Venezuela fue el país de origen líder con 377.401 migrantes, seguido por Guatemala (209.540), Honduras (144.499), Ecuador (136.699) y Haití (107.432). Otros orígenes notables incluyeron Colombia, El Salvador, Nicaragua, Perú, Cuba, Senegal, Guinea, República Dominicana, China, Brasil, Mauritania, India y Angola.
Los adultos encontrados viajando solos fueron trasladados a diversas estaciones migratorias para procedimientos administrativos a fin de resolver su estatus migratorio. En contraste, los grupos familiares y menores no acompañados recibieron atención del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
De acuerdo a los voceros de este organismo, la mayoría de estos migrantes indocumentados viajan a través de México con el objetivo de alcanzar la frontera norte para intentar ingresar a Estados Unidos. Solo en 2023, se registraron más de 2,4 millones de cruces irregulares en la frontera entre EE.UU. y México. Diciembre vio un pico de 10.000 cruces por día, aunque este número ha disminuido gradualmente debido a controles más estrictos por ambas naciones.