La incertidumbre sobre una auditoría de votos demandada por la oposición venezolana se mantenía el martes sin que aún se conozca cuándo comenzará y si va a incluir o no un conteo de todas las boletas.
La auditoría se ha convertido en una de las piezas fundamentales de la actual coyuntura política que vive el país, ya que la oposición encabezada por Henrique Capriles desconoce el triunfo atribuido por las autoridades electorales al oficialista Nicolás Maduro, mientras el chavismo parece atravesar su propia crisis interna.
El tema del procedimiento para esa auditoría es clave. Para la oposición únicamente contar voto a voto de las cajas, y comparar esas boletas con los cuadernos donde los electores firman y colocan sus huellas y a la vez con el acta que emite al final cada máquina de votación, es lo que arrojará el resultado verdadero, ya que alegan que ha habido «irregularidades» como que en algunos colegios electorales hubo más votos que votantes y máquinas dañadas.
Pero directivos del Consejo Nacional Electoral han dicho que la auditoría no cambiará el resultado ya anunciado en los comicios del 14 de abril, cuando Maduro fue declarado como el ganador.
La nueva «auditoría verifica el funcionamiento de la plataforma (tecnológica). No verifica resultados electorales», dijo la víspera Sandra Oblitas, una de las cinco rectoras o directivas del CNE.
Al anunciar que se haría la auditoría, el CNE dijo que esta semana revelaría el día en que comenzará, pero hasta ahora no ha dado una fecha.
«No se puede perder más tiempo», dijo Ramón José Medina, jefe de la comisión opositora para la auditoría.
Directivas del CNE «dicen que esta auditoría no va a generar cambios en los resultados emitiendo una opinión anticipada, lo cual creo que está fuera de lugar, lo lógico es que esperen los resultados de esta auditoría pues si los resultados cambian, tendría que hacerse una nueva elección como está estipulado en la Constitución Nacional. Les pedimos a las rectoras que mantengan la calma y no actúen como representantes del partido de gobierno», añadió Medina en un comunicado divulgado el lunes tarde.
A su vez simpatizantes del oficialismo indicaron en la jornada que el estrecho margen de victoria de Maduro sobre Capriles, unos 270.000 votos, era un «sustico» que le hacía falta al chavismo para corregir errores.
«Al chavismo le estaba haciendo falta un sustico de estos», dijo Alberto Noria, del oficialismo, al canal estatal en una entrevista el martes temprano. Los resultados electorales, dijo Noria, atañen al nuevo gobierno por «la eficiencia, la pulcritud y el entender que la administración está al servicio del ciudadano y no a la inversa».
«Estábamos acostumbrados a ganar con Chávez y el portaviones (de Chávez) por unas palizas históricas…ahora Chávez no está», añadió.