El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, ha acusado a la ‘extrema derecha’ de manipular la economía nacional como un instrumento de guerra, con el objetivo de desestabilizar el país y someterlo a intereses extranjeros.
Según Maduro, estas acciones han distorsionado la capacidad productiva de Venezuela y han afectado la armonía social interna.
«La economía se había convertido por políticas ideologizadas, extremistas en el campo de batalla político, cosa que terminó distorsionando nuestras capacidades productivas y nuestra convivencia interna como país», declaró.
El mandatario ha condenado lo que considera una estrategia de la derecha para colapsar la nación y apoderarse de sus recursos naturales, lo cual, a su juicio, ha resultado en pérdidas para toda la población.
«Tomaron la economía para la guerra, para destruir, para colapsar a un país y para llevarnos al control extranjero sobre nuestros recursos y riquezas. Fue una estrategia del extremismo de derecha que trajo perdidas para todos», dijo Maduro.
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El líder chavista también ha enfatizado que ahora tiene el control sobre la economía actual, proclamando que, por primera vez en un siglo, el gobierno ha logrado alinear las reglas económicas con las políticas de un Estado que busca ser tanto promotor como protector.
«He dicho con mucha responsabilidad en los últimos días que tengo las riendas de la economía en mis manos ¿Qué significa eso?: Que por primera vez, en cien años, hemos podido conjugar las reglas de la economía con las de un Estado promotor y protector», acotó.
Maduro sobre el Consejo Nacional de Economía
Durante su discurso, el presidente destacó la relevancia del Consejo Nacional de Economía, describiéndolo como un ente clave para la implementación de políticas públicas que han permitido redirigir al país hacia una nueva economía tras enfrentar, según él, 930 sanciones que calificó de «criminales».
Maduro resaltó la contribución del Consejo a la recuperación del crecimiento económico, la estabilidad, y la creación de una economía diversificada, apoyada en lo que denomina los «dieciocho motores» del desarrollo.
