El equipo venezolano, Deportivo Táchira, recibe este martes 2 de abril a River Plate, combinado argentino, por la primera fecha del grupo H de la Copa Libertadores.
El cuadro de Argentina tuvo que realizar un viaje con más logística de lo habitual. ¿La razón? No podía ingresar a suelo venezolano por aire, así que, tomó la ruta por tierra para decir presente en San Cristóbal para el inicio del torneo.
La travesía de River Plate para llegar a su destino comenzó el domingo 31 de marzo. La delegación viajó en avión hasta Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con el país venezolano.
Posteriormente, despegó hacia Táchira en bus, para eso necesitó 11 horas de trayecto. El viaje más largo.
Lo normal es que los equipos que visitan otro país para un partido, se trasladen en aviones, pero ¿qué pasó en este caso?
Fueras de las canchas, donde los elencos no tienen mayor relación, la situación se torna tensa en cuanto a política se refiere.
Las diferencias que existen entre los gobiernos de Javier Milei y Nicolás Maduro han roto la relación entre ambas naciones. Ambos han expresado públicamente su rechazo a las política de su homólogo.
Sin embargo, el caso más evidente de la ruptura política, es el decomiso de un avión de carga Boeing 747.
Caso del avión de carga Boeing 747
Un Boeing 747 de carga, propiedad de la aerolínea venezolana Emtrasur Cargo, ha sido el centro de una intensa controversia diplomática que ha escalado hasta acciones de represalia y acusaciones de violaciones a la soberanía.
El avión, que fue vendido por Irán a Venezuela, fue confiscado en Argentina y posteriormente desmantelado en Estados Unidos. El Boeing 747-300 estuvo dos años retenido en Argentina por pedido de Washington, que alegaba que su proceso de venta había sido ilegal.
Este incidente ha provocado una serie de tensiones entre Venezuela, Argentina y Estados Unidos, con acusaciones mutuas de actos criminales y piratería.
El gobierno de Nicolás Maduro condenó la confiscación y desguace del avión como un acto vil y criminal. En respuesta, Venezuela ha prohibido a los aviones argentinos sobrevolar su espacio aéreo, una medida que el canciller venezolano, Yván Gil, describe como una afirmación de la soberanía del país ante lo que considera acciones ilegales destinadas a complacer a Estados Unidos.