Una de las artistas venezolanas que ha hecho frente sin temor alguno al proyecto socialista del Gobierno venezolano es Norkys Batista. Su sinceridad ha tenido consecuencias; al recibir atentados contra su derecho al trabajo.
Primero le fue negada la posibilidad de presentar su unipersonal Orgasmos en el Hotel Venetur de Puerto la Cruz, con el único argumento de ser opositora. Luego, la semana pasada durante una función en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, lanzaron bombas lacrimógenas a ella y a los 2.600 espectadores que se encontraban en el recinto.
Tras el resultado de los comicios electorales, la actriz aseguró haber mantenido hasta el último momento “la esperanza de que sucediera algo importante (…) Por primera vez teníamos el aliento de que algo bueno iba a pasar y volvieron a hacer de las suyas”.
Democracia dudosa
Batista expresó a EL IMPULSO su visión sobre la libertad. “Se trata de poder trabajar, opinar y disentir sin necesidad de ser señalada, pero lo que para mí significa libertad, para otros es abuso”, dijo.
Partiendo de este concepto, aseguró que el país ha caído en una democracia dudosa. “Democracia es poder decir: sí vamos a contarnos”. Para ella, en los últimos tiempos han cambiado las teorías sobre los valores. Aseguró que luego de haber trabajado en Colombia, decidió regresar por considerar que Venezuela está llena de oportunidades. “No hay nada como nuestro país, nuestra comida y nuestra gente (…) Seguiré trabajando aquí porque creo en mi tierra”.
Con relación a lo vivido en el Aula Magna de la UCV, Batista señaló que quienes atentaron en su contra, lo hicieron también contra casi tres mil personas. “Era una función muy importante, porque apenas tuvimos sólo cuatro días para la promoción y movilizamos a mucha gente que después de lo sucedido salió a votar con más ganas el domingo”.
Respecto al Movimiento Independiente de Artistas que anunció su respaldo al presidente Nicolás Maduro, indicó que no recibió ninguna palabra de aliento y que incluso, Roberto Messuti le escribió pidiéndole que en lugar de promocionar sus Orgasmos, intercediera porque Henrique Capriles no diera un golpe de estado.
