De lograrse que la oposición se una y la mayoría se incline por un candidato unitario, será inderrotable, porque en estos momentos Nicolás Maduro tiene seguros tres millones de votos y repartiendo el «realero” que puede utilizar en la campaña, podría llegar a los cuatro millones de sufragios.
Estas son las cantidades posibles, según Eduardo Semtei, exvicepresidente del Consejo Nacional Electoral, profesor jubilado de la Universidad Central de Venezuela, analista político y dirigente de Avanzada Progresista, quien al ser entrevistado por El Impulso manifestó que el problema que se le ha presentado al electorado opositor se debe a que la Comisión Nacional de Primaria permitió inscribir candidaturas de dirigentes inhabilitados.
Dijo que se perdieron los reales utilizados en la elección primaria, en la cual resultó triunfante María Corina Machado porque no la iban a habilitar y, en consecuencia, se perdió el esfuerzo hecho para lograr la
candidatura unitaria.
Se apoya en los estudios de opinión para indicar que el electorado se inclina por un candidato único de oposición y señala que María Corina Machado ahora es más peligrosa para el sector opositor que para el gobierno porque está lo está atacando mediante descalificaciones.
Semtei dice que la división de la oposición favorece enormemente a Maduro, quien no teme las sanciones porque ya las ha conocido y ha podido mantenerse en el poder.
¿Cuál es su apreciación del electorado venezolano en este momento? Le preguntamos.
Todas las encuestas y estudios de opinión reflejan que el gobierno nacional, presidido por Nicolás Maduro, tiene minoría. En los mejores resultados aparece con el 15 y hasta el 20 por ciento. Si la oposición tuviera la posibilidad de unificación con toda seguridad obtendría la victoria, cualquiera que fuese el candidato. No María Corina, porque al final los votos no son de María Corina, sino de los electores, quienes son los que van a decidir. Y las tendencias de opinión, según los estudios que hemos hecho, reflejan que la gente está dispuesta a votar por cualquier candidato unitario; es decir, que la gente mostró su preferencia en la Primaria, pero al final de cuentas está votando por cualquiera que sea el representante de la unidad.
Una encuesta reciente de Consultores 21 refleja que si contra Maduro fueran Benjamin Rausseo, Antonio Ecarri y Manuel Rosales los candidatos de oposición, ganaría Ecarri con el 44 por ciento. Ha aparecido como una candidatura avasallante.
Conocedor como es usted de la materia electoral, ¿es posible que haya un outsider en estas elecciones?
Hay dos posibles outsider, que no tienen tradición electoral y son Rausseo El Conde y Escarri. Todos los demás han entrado en el trapiche político normal. Luis Eduardo Martínez, El Burro, fue gobernador hace como treinta años. Y los demás han estado en ese trajín opositor-gobierno. Los únicos que no se han visto envueltos en ese zaperoco de la oposición son precisamente Benjamin Rauisso y Antonio Ecarri. Los demás han sido parte del zaperoco de las guarimbas, de Maduro vete ya, etcétera. Los alacranes, los caimanes y demás animales de pelambre andan por ahí sueltos.
¿Fue un error de la Comisión Nacional de Primaria haber aceptado la inscripción de candidaturas de personas que se encontraban inhabilitadas porque el gobierno no iba a habilitarlos?
Yo creo que esa Comisión se dejó chantajear. Sus miembros han debido poner como una normativa, porque era obvio, que sólo podrían inscribirse quienes no tuvieran problemas de índole legal. Sin embargo, hicieron caso omiso y el resultado fue el siguiente: se perdieron esos reales.
¿Cuánto?
Nosotros estimamos unos doce millones de dólares. Y se perdieron porque la candidata que salió electa no pudo inscribirse. La decisión que tomó ella de delegar los votos en otra persona, tampoco sirvió. Es decir, la Comisión Nacional de Primaria ha debido tomar en cuenta las posibles complicaciones futuras y facilitarle el proceso a la oposición. Sin embargo, lo que hizo, fue enredar. No se pudo inscribir María Corina y ahora está enfrente a Rosales. Andrés Velásquez dice que Rosales es un traidor, igual opinión es la de Henry Ramos Allup, y todo está terminando en un zaperoco. Y no se pudo lograr un acuerdo.
Rosales es quien tiene mayor experiencia política y con un gran apoyo se enfrentó a Hugo Chávez. ¿Cómo ve el papel de Rosales en este proceso?
La mayor dificultad de Rosales es su pasado: concejal, diputado, alcalde, gobernador y nuevamente gobernador. Esa vieja data política parece no ser muy positiva en los actuales momentos. El hecho de haber sido gobernador en la cuarta república y gobernador en la quinta república, y tener una trayectoria política demasiada larga, no es un factor que le redunde beneficioso, pues la gente se cansa de ver la misma cara. Yo no sé qué pensarán los maracuchos, pero no creo que sea bienvenida la candidatura presidencial de Rosales en estos días. Por cierto la mención que hizo Datanálisis y otra encuestadora no le dan a Rosales ninguna proyección. Al contrario, las personas que desconfían de él son más de las que confían.
¿Qué influencia puede tener María Corina sobre el electorado, a sabiendas de que ya no es candidata?
María Corina ganó la elección primaria, pero al final, insisto, los votos no son de ella, sino de los electores. Y éstos, según las tendencias, tienen el deseo de votar por un candidato unitario y, por supuesto, ya María Corina no es candidata. María Corina ha sido uno de los principales atractivos y principal lideresa de la oposición, pero ya no es la única. El mundo no se acaba con María Corina. Ella está actuando como si no estuviese ella, fuera el acabose. Se acabó la patria, se acabó el país, no hay futuro. Y eso no es verdad. María Corina es una líder importante, pero líder entre otros. Aquí lo que vale es la mayoría, la mayoría del pueblo elector. Las individualidades juegan un cierto papel, pero en este momento lo que prepondera es la cantidad de votos.
¿Qué papel podría jugar Edmundo González, el ahora candidato de la Plataforma Unitaria Democrática?
Nada. La única posibilidad que tiene es apoyar a Rosales. O si entre los que están saliendo en la partida hay uno que saque cinco cuerpos sobre los otros, darle su apoyo.
Aunque dice usted que la gente se inclina por un candidato unitario, ¿no cree que persisten dudas y suspicacias entre el electorado?
Uno de los elementos tratados en esta conversación es que la Comisión Nacional de Primaria no debió haber aceptado candidatos inhabilitados. O María Corina ha debido pensar como pensó Henrique Capriles Radonski: Si estoy inhabilitado, no puedo ser candidato porque en lugar de hacerle un bien, le haría un mal a la candidatura unitaria. Pero, María Corina no ha entendido nada, se siente inalcanzable, que sobre ella no hay nada y que siempre tiene la razón, no se equivoca. Pero, no se puede olvidar que ella conspiró con Carmona Estanga, iba para el gabinete; después, con el paro de la industria petrolera, con la salida, con el golpe de abril, con la abstención. Ahora aparece como la reina de las elecciones. Dice que no la apartará de la ruta electoral, pero si acaba de llegar.
¿Tiene fuerza la Plataforma Unitaria?
Sí tiene fuerza, pero, claro, el enfrentamiento con María Corina le va a hacer daño. Y María Corina no va a ceder. Creo que va a desplegar toda su artillería pesada contra Rosales, acusándolo de corrupto, traidor, colaboracionista, de alacrán. Y ya lo demostró cuando mandó a sus segundón a hacerlo, al indio Velásquez, a Delsa Solórzano. Y al gobernador de Barinas lo acusó también de traidor, de colaboracionista. Todo esto le va a hacer daño a la Plataforma.
¿En estos momentos es María Corina más peligrosa para la oposición que para el gobierno?
Sí, para la oposición, porque la divide, la aparta, la enfrenta. Entonces, ahí Maduro se cuela. Maduro ha aprendido. Un test decía que Maduro no era inteligente, que era “tapao”, pero con el tiempo ha ido aprendiendo. Y sabe que en esta oportunidad al lanzar su candidatura ante una oposición dividida y una tirapiedra como María Corina, es ideal. Es el sueño de Maduro. Porque se genera confusión y desánimo, pérdida de fe y confianza en la oposición le facilita el camino hacia la reelección.
¿Con cuántos votos cuenta Maduro?
Seguro, seguro, tres millones de votos. Y en una campaña corta, repartiendo reales, puede llegar a los 4 millones. Y con 4 millones se puede ganar una elección con una oposición dividida.
¿Cree que habrá una gran abstención en este proceso?
Por ahora, la abstención está como siempre: 40 por ciento. La histórica de estos tiempos, no la elección de Rómulo Betancourt cuando votó el 93 por ciento del electorado en 1948.
Si Maduro tiene 3 millones y podría llegar a cuatro, ¿cuántos votos podría alcanzar la oposición?
Si sumamos todo, suponiendo que todos los candidatos vayan a correr, serían como 3 millones y medio de votos. Quizá más. Si vamos unidos, esos tres millones y medio se puede elevar a cinco millones, si hay un solo candidato. La oposición unida es inderrotable.