La Semana Santa es un tiempo de reflexión y recogimiento para los venezolanos, pero también es una época para disfrutar de los tradicionales dulces criollos. A pesar del alza en los precios de los ingredientes, la tradición de preparar estos dulces en familia se mantiene viva.
Precios de ingredientes para los dulces al alza
En un recorrido realizado por El Impulso en el Mercado Terepaima de Barquisimeto se evidenció que el costo de preparar los dulces típicos ha aumentado considerablemente en comparación con el año pasado, sin embargo los barquisimetanos realizan esfuerzos para poder comprarlos.
El costo del coco por unidad es de Bs. 36, indispensable para el majarete, los «besitos» de coco y en ocasiones para quienes les gusta agregarlo al arroz con leche, el cual además requiere de arroz que se puede encontrar en Bs. 40 el kilo, azúcar en Bs. 45 y leche en polvo Bs. 363.
El papelón se consigue en Bs. 40 el kilo y la yuca en Bs. 20, necesarios para la elaboración de los buñuelos. La lechosa, por su parte, cuesta Bs. 20 el kilo y es utilizado para la realización de dulces.
El zapallo o cabello de ángel se vende en Bs. 30. En cuanto a la canela y los clavitos de olor, la bolsa pequeña de estos cuesta Bs. 20.
Ventas regulares durante inicio de la Semana Santa
Los vendedores de este conocido mercado de la capital larense, reportan que las ventas de ingredientes para los dulces típicos han estado regulares, similares al año pasado. Manifiestan sentirse a la expectativa debido a que los días que más movimiento se registra son los Jueves y Viernes Santo, cuando las familias se preparan para celebrar la Semana Santa.
Tradición de dulces criollos viva
A pesar del alza en los precios, la tradición de preparar dulces típicos en familia se mantiene viva en Barquisimeto. El majarete, el dulce de lechosa, los buñuelos de yuca, el arroz con coco y los besitos de coco son algunos de los dulces que no pueden faltar en las mesas venezolanas durante esta época.
Es importante destacar que los dulces típicos de Semana Santa son más que un simple postre, son una parte importante de la cultura venezolana. Su sabor y aroma evocan recuerdos de la infancia y momentos compartidos en familia.