Quién miente no debe esperar tener credibilidad y ser apreciado como una persona de confianza, los mentirosos es parte de la ignorancia porque no tienen discurso, aparte que nunca recuerdan cuando mienten sin darse cuenta lo dañino que puede ser una mentira, dicen que la mentira es la madre del desastre, hermana, prima del crimen y viene del averno, solo sirve para hacer daño a sí mismo, por ello es difícil ver un embustero o embustera que se haya destacado o progresado, no le queda tiempo para atar los rollos que se ha metido por su propio comportamiento y su don de embustero si todos sabemos que por la verdad murió Cristo, porque no los seguimos y así nuestras almas estarán más limpias, nuestra mente más clara, nuestro espíritu más despierto, nuestra ideas más claras y respetadas por estas razones hay que recordar aquel viejo dicho “con la verdad ni temo ni ofendo” ¿verdad que es así señores políticos o gobierno?
A propósito de lo antes escrito me permito contarle una fábula ajustada a la realidad y nos daremos cuenta de que las cosas con fe, honestidad son las que dan buenos resultados, además sirven para vivir en armonía con uno mismos, nos da energía, fortaleza espiritual, autoridad, confianza, dijo William James “Creer crea realidad”; antes de contarle la fábula, anécdotas o cuento, me voy a referir a algunas cosas preocupantes o familiares con el mismo tema; también tan perjudicial y dañino como lo ya descrito, leemos que comentan que en el país se está produciendo el 95% de lo que producimos, eso es mentira; que la producción va en pleno crecimiento, que no hay escasez de gasolina e insumos para los agricultores, ganaderos, nada cierto, que el país no tiene problemas, que la mayor parte de la población come completo, no señores todo eso es negativo y sin poca esperanzas de ser solucionable, de no cambiar el proceder o discurso de productividad y dirigir el país con ideas creíbles o liderar con la mano en el corazón.
Un exitoso empresario de edad avanzada se sintió cansado y decide retirarse del trabajo, la preocupación existía porque hablo con sus hijos y nietos para que se encargaran de su prospera empresa y ninguno acepto, con la réplica de que no quiero ser esclavo como tu; aparte de que nos vas a dejar una fortuna con centenares de Dólares ($) para nosotros vivir unos cuantos años; en vista a esa respuesta el empresario se dijo todos estos profesionales hijos y nietos tendrán hasta razón, si para eso es que se va a la universidad para tener una vida con menos esfuerzos y sacrificios y porque tengo yo que perturbarles su bienestar; acepte que tenía muchos empleados honestos y de confianza y fue cuando se le ocurre al empresario someterlos a una prueba de honestidad y los llamo a una reunión y les dijo compañeros he decidido retirarme de la empresa por razones personales y tome la decisión de que sea manejada por alguno de ustedes, porque todos me inspiran confianza y estoy seguro que esta empresa será tan prospera como lo es hoy y como son merecedores he decidido ponerlos a esta prueba que es muy sencilla “ agarren cada uno de ustedes de ese envase una semilla y la colocan a germinar, el que traiga su germinación o planta más hermosa será el afortunado de sustituirme en esta empresa donde yo pase casi toda mi vida, además es excelente; pasaron los 21 días de la prueba y llegaron los seleccionados con su arbusto donde escogeríamos cual era el más hermoso; me di cuenta de que estaba un empleado relajado, tímido, pero con una hoja de servicio muy limpia, cero conflicto, nada de remolón ni protestador, de voz baja y de poco hablar pero escuchaba todo, el primero en llegar a su trabajo y el ultimo en retirarse, jamás pendiente de irse que en llegar, ni reposero ni mentiroso, ni si estas sano es regular o flexible o que si el presidente dijo que hay que trabajar solo cuatro horas a la semana, un humilde trabajador con talento y voluntad, el jefe mira por todos los lados y lo ve en una posición sumisa ante los otros que estaban pendiente de su posible elección; ¿Samuel dónde está su planta? Le dice el jefe, responde Samuel al jefe perdone jefe me apeno, pero creo que no tengo buena mano para el cultivo porque no me germino y me da mucha vergüenza con usted; caramba amigo yo sospechaba que usted Samuel podía ser el nuevo presidente de la empresa, venga para darle un abrazo y felicitaciones, nuevamente se impone la verdad y queda demostrado que la mentira tiene las patitas cortas.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán