Los 13 empleados de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Venezuela dejaron ya el país y se encuentran en Panamá para proseguir desde ahí su labor, después de que la semana pasada la administración de Maduro ordenara suspender sus actividades.
La oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk tiene mandato global por lo que puede continuar monitoreando la situación de los derechos humanos de Venezuela aunque no tenga presencia física allí, confirmó este martes a EFE la portavoz del organismo Marta Hurtado.
La portavoz no dio más detalles sobre la salida de los empleados, aunque Maduro aseguró este lunes que ya se había completado el sábado, cuando se cumplía el plazo de 72 horas que se había dado a los funcionarios de la oficina para dejar el país.
Maduro aseguró en su programa semanal de televisión que la oficina «se transformó en una oficina de espionaje interno, de conspiración interna».
«Hasta tanto esa oficina no respete la letra de Naciones Unidas, la independencia y soberanía de Venezuela y no rectifique y pida disculpas públicas, no volverá al país. Esperemos que rectifiquen», aseguró el líder chavista.
La antecesora de Türk al frente de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, la chilena Michelle Bachelet, había firmado un acuerdo en 2019 con la administración de Maduro para mejorar la cooperación en materia de derechos humanos, lo que permitía la presencia continua en el país de oficiales de derechos humanos de la ONU.
La suspensión se anunció un día después de que el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, asegurase que el Gobierno venezolano le impidió visitar centros de detención y que las autoridades cambiaron constantemente su agenda durante su visita de dos semanas al país.