“Nuestro mundo de azules boinas
os invita su voz a escuchar
empujad hacia el alma la vida
en mensaje de marcha triunfal!
(Himno de la Universidad Central de Venezuela)
Este día se rinde homenaje a los estudiantes y seminaristas, jovencitos inexpertos que al mando de José Félix Ribas ofrendaron sus vidas para que se lograra vencer a las huestes realistas lideradas por José Tomás Boves, el 12 de febrero de 1814, en la batalla de “La Victoria».
“El ESTAMENTO LEGAL”… ES EL CAMINO DE LA PAZ.
A comienzos del año 1928, los genes heredados por la muchachada estudiantil de la Universidad Central de Venezuela, estremecieron el cielo patrio e instituyeron la boina azul como símbolo de lucha libertadora, he aquí su historia…
Corría el año de 1927… Venezuela sufría la terrible opresión de la dictadura de Juan Vicente Gómez. La universidad estaba aletargada por los años de tiranía. Un buen día, ya para finales de año, dos jóvenes hermanas de la sociedad caraqueña, María Luisa y Lola Blanco Meaño, se entretuvieron mirando un catálogo francés la famosa tienda “Au Bon Marché”… Y se les ocurrió comprar algo para vender entre sus amistades y entre otras cosas encargan un lote de doscientas boinas azules. A principios de 1928 recibieron la mercancía, y un día, visitaron las chicas dos jóvenes universitarios: Miguel Otero Silva y Uberto Mondolfi, quienes encantados se llevaron sendas boinas. Fueron los primeros universitarios en utilizar la distintiva prenda. Los muchachos estrenaron las boinas en una fiesta de las varias que se hicieron previas al Carnaval y luego las usaron todos los días para ir a clases en la universidad, donde causaron sensación entre sus condiscípulos quienes acudieron en tropel donde las Meaño, quienes deciden regalar todas las que les quedaban en solidaridad con los muchachos que en esos días organizaban las festividades carnestolendas, que tenían como fin recabar fondos para establecer la “Casa del Estudiante” y así minimizar las necesidades de los estudiantes más modestos, especialmente los venidos del interior. Recuérdese que Gómez había clausurado casi todas las universidades del interior del país. Originalmente no había ningún tinte político en aquellas actividades, se trataba de mejorar las condiciones de vida de los estudiantes de la provincia.
Así las cosas, la recién creada Federación de Estudiantes De Venezuela (FEV), presidida por el joven estudiante de derecho Raúl Leoni, elaboró un programa de actividades festivas, entre las cuales se encontraba la elección de la Reina del Carnaval; resultó electa la grácil jovencita de 16 años Beatriz Peña Arreaza. Los eventos se iniciaron el lunes 6 de febrero, con el gran desfile de Carnaval, donde los estudiantes, por primera vez, lucieron en público sus boinas distintivas. El desfile llegó hasta el Panteón Nacional, donde la reina Beatriz I, depositó una ofrenda ante el Padre de la Patria. Luego, un jovencito de Margarita, Jóvito Villalba, improvisa un emocionante discurso, que hace vibrar a los presentes. Sigue el desfile hasta la Plaza Ribas de La Pastora, donde habla el estudiante Joaquín Gabaldón Marquez, recuerda la gesta de Ribas y los estudiantes de un siglo atrás…
De “los muchachos que al amanecer de un febrero marcharon hacia la muerte y la victoria”…
Los estudiantes gritaron “hurras” y lanzaron sus boinas al aire.
Esa misma noche tuvo lugar en el Teatro Municipal la coronación de la reina Beatriz I, quien pasa a la posteridad como la primera reina de los estudiantes venezolanos. Esta fue una ocasión de gala, con estricto traje formal, en la cual los estudiantes lucieron rigurosos trajes negros tipo smoking y corbata de lacito; la etiqueta les impedía usar en esa ocasión la boina. Al día siguiente, martes 7 se realiza un desfile de automóviles desde la Plaza Bolívar hasta la Plaza de la Misericordia. Allí se estrena un extraño e indescifrable estribillo… “Saca la pata lajá”…
Luego tiene lugar en el exclusivo Club Venezuela el Gran Baile de Gala, en homenaje a la Reina, quien emite su primer decreto real:
“Se instituye como de uso obligatorio en uso de la boina azul y el botón de la Federación de Estudiantes de Venezuela”.
Muchos de los estudiantes que participaron en estos actos fueron encarcelados. Luego sus compañeros, en muestra de solidaridad se entregaron voluntariamente en la policía. La dictadura, ni corta ni perezosa los mandó a todos para el Castillo de Puerto Cabello. Las señoritas de la sociedad caraqueña abandonan su vida de frivolidad y encierro y luciendo las boinas azules salieron también a protestar la prisión de los muchachos, hasta las honorables matronas salen a la calle con sus hijas a protestar. Es de notar que algunos pseudohistoriadores han tratado de apropiarse las luchas de aquellos estudiantes para una doctrina política extranjera, lo cual es totalmente falso…
Fuente: Luis Heraclio Medina Canalón
El Dr. Pedro Nolasco Perera, en su magna obra:
“EN LA PRISIÓN”… Historia de los Estudiantes de Lara en 1928.
El doctor Perera cita a los estudiantes larenses presos en el Castillo Libertador de Puerto Cabello y con el permiso de mis amigos los lectores, hago referencia a que, mi padre, Epifanio Antonio Pérez Pérez, ocupa el puesto número 5 de esa cita y mi tio Juan Pablo Pérez Graterol el puesto número 13. Después del Cuartelazo San Carlos, el 7 de abril de 1928, estuvieron presos en la cárcel “La Rotunda” y luego en el “Castillo Libertador”…
Maximiliano Pérez Apóstol
