La periodista Sebastiana Barráez, especialista en la fuente militar y, por tanto, acuciosa y muy empapada en todo lo que acontece en el ámbito castrense venezolano, a quien la Fiscalía General ha ordenado su captura y enjuiciamiento por los delitos de estar vinculada a un plan para atentar contra la vida de Nicolás Maduro y del gobernador del Táchira, Freddy Bernal, se siente indignada por estas acusaciones, las cuales considera sucias,bajas.
Al ser entrevistada para El Impulso por Nolberto Herrera, se mostró extrañada de que no hubiese sido perseguida antes, tomando en cuenta la política del régimen contra los medios de comunicación que han sido cerrados y censurados, y los periodistas que han sido detenidos, enjuiciados y encarcelados.
Confiesa que siempre estuvo muy claro que ella significaba un problema para el régimen. por mantenerse en la línea periodística y, por tanto, refuerza la tesis de que la esencia del periodismo es anti-poder.
Definición sobre periodismo
Al pedírsele su opinión acerca de la habilitación del comunicador Leocenis García, coordinador nacional del partido Prociudadanos y de otros inhabilitados por parte del Tribunal Supremo de Justicia, ripostó:
Lo primero que voy a hacer es una observación es que tu, como periodista no deberías señalar a Leoceni García como periodista porque él no lo es, y casualmente una de las luchas más duras es que debe dar el Colegio Nacional de Periodistas es puntualizar, definir, realmente quiénes son y quiénes deben ejercer el periodismo. Como periodistas en Venezuela, más allá de lo que puedan hacer los Influencers, los comunicadores en diferentes plataformas, los youtubers, creo que el rol y la profesión de periodista es algo que debe ser rescatada, sin duda alguna, y debemos empezar por no señalar como periodista a quien no lo es.
Silenciar a medios y periodistas
En cuanto a la violación de los derechos de libertad de prensa y libre pensamiento, sin ambages, señala:
Yo creo que hace mucho tiempo el régimen venezolano ha demostrado que uno de sus objetivos más puntuales son los medios de comunicación y somos los periodistas. No es casual que en Venezuela existan numerosos medios, tanto de radio o televisión y prensa cerrados como programas censurados, numerosos periodistas que han sido enjuiciados, encarcelados, judicializados.
Así que considero que de alguna manera se habían más bien tardado en asumir en mi contra actuaciones como ya lo han hecho con muchísimos colegas en el país.
Claro, lo que me indigna es la manera sucia, baja, con la que el régimen venezolano actúa
además para imputarme delitos atroces. Una de las cosas que me sorprende es la facilidad con la que hablan de muerte, de asesinato, de planificación, es decir, tendría uno que, sencillamente, preguntarse si ese no es el reflejo de lo que hay en la mente de cada uno y en el corazón de cada uno de los que tienen el poder en Venezuela. Yo estoy, la verdad, bastante lejos
de involucrarme en actos de este tipo de acciones que atenten contra personas, que atenten contra la paz, que tengan como objetivo sangre y muerte, partiendo que ese no es un rol del periodista.
Yo nunca he creído en el periodista militante para eso, y sin duda que las únicas armas que yo tengo son las referidas a mi trabajo: es la pluma, es la computadora, es el teléfono y las únicas intenciones y lo único que yo planifico son mis entrevistas, son mis investigaciones. Para eso me preparo y para eso dedico gran parte de mi tiempo útil durante los días de en que trabajo.
—¿Cuál cree que es el propósito del gobierno cuando actúa contra indefensos ciudadanos?
—Yo creo que hay la intención del régimen venezolano de crear miedo, de crear desesperanza y la idea de que ellos no se van a ir nunca del poder. De que no importa que sea Nicolás Maduro o cualquier otro. Hay muchos regímenes en el mundo que se quedan en el poder. Y el de Venezuela, violentando la Constitución bolivariana ha bombardeado las bases de las instituciones que deben sustentar y garantizar la democracia, partiendo de la división de poderes Y cuando golpean mortalmente a los medios de comunicación están enfocando la censura y silenciando los medios.
En este sentido añade: Hace mucho tiempo, hace años, que entendí que el régimen venezolano estaba levantando datos hacia los sectores que implicamos dar a conocer la denuncia, que somos los voceros de quienes son frágiles ante el poder porque somos los periodistas los que hacemos, recogemos y llevamos las denuncias, los que llevamos los requerimientos de la población. Somos los periodistas, los que, sin proponernos, realmente hemos desnudado al régimen venezolano en cuanto a la violación de los derechos humanos, la brutal corrupción que hay en el país, la voracidad de los jerarcas de la revolución, la manera como se ha instalado un régimen de terror, de silencio, de amenazas contra la población venezolana que protesta, bien sea desde los sectores gremiales y los sectores sindicales, la situación precaria de los maestros, de los pensionados y de los más vulnerables.
Todo aquel que Levante la voz se ha convertido en un enemigo del Gobierno o mejor dicho, el
gobierno lo ha convertido en un enemigo cuando lo único que realmente en esos sectores han reclamado son sus derechos, las reivindicaciones a las que tienen derecho.
Cuando se trata de saber cómo está haciendo para protegerse, la periodista responde:
—Me pregunta sobre lo que estoy haciendo sobre mi seguridad. Casualmente en razón de que entendí hace mucho tiempo que este régimen es capaz de activar cualquier cosa, confieso que no me imaginé que me fuesen a imputar algo tan horrible. Pero, siempre tuve claro, muy claro que yo significaba un problema para el régimen venezolano, porque yo me he mantenido en la línea periodística. He sido esencialmente periodista, y he reclamado ese espacio absolutamente para eso. Yo no me involucro en otra cosa que no sea el ejercicio del periodismo y, por supuesto, eso representa un peligro porque el periodismo es por esencia anti-poder.
—¿Cómo entender la decisión del Tribunal Supremo de Justicia en ratificar la inhabilitación de María Corina Machado sin que se le haya sometido a juicio y, desde luego, sin sentencia firme, sino que se le hacen señalamientos que, según los expertos en Derecho, no tienen asidero jurídico?
—Hasta ahora se ha reflejado la serie de vicios que alrededor de esa decisión se ha tomado. Pero, yo creo que es importante ir un poco atrás. Para nadie es un secreto con lo que ha sucedido con algunos de los magistrados, específicamente la salida de Gladys Gutiérrez de la presidencia del T.S.J,, la detención de dos hermanos de una magistrada que es posteriormente destituida. Eso no es casual. No se trata de un acto ejemplarizante, desde el punto de vista de saneamiento a la corrupción. Aquí se trata de la presión ejercida contra magistrados por no tener los suficientes soportes que demostraran que la candidata María Corina Machado debía ser inhabilitada. Hay una cosa que resulta sumamente llamativa como es el argumento de que María Corina Machado podría ser inhabilitada por la Contraloría por un asunto muy pequeño de forma cuando resulta que en estos momentos no existe ningún inhabilitado por la Contraloría, ni siquiera a Tareck El Aissami, quien fue desplazado como ministro de Petróleo, y ese caso quedó en silencio. Y por otra parte, tenemos una serie de funcionarios señalados por problemas de corrupción y tampoco han sido inhabilitados por la Contraloría, ni mucho menos por el Tribunal Supremo de Justicia. Está muy claro en el país que es una acción política contra una líder que se ha levantado contra todas las fuerzas. Además es una situación atípica de lo que había venido ocurriendo contra el liderazgo opositor. Definitivamente, el J.S.J, toma la decisión de impedir el avance de la candidatura de María Corina Machado, la líder por excelencia de la oposición en estos momentos.
—¿Qué espera de la Justicia venezolana, o de la internacional y de descartalas, de la justicia divina?
—Yo hace mucho tiempo que dejé de esperar de la Justicia venezolana. Hace mucho tiempo entendí que el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Electoral no tienen autonomía e independencia. Además entendí que leía, estudiaba, revisaba, investigaba y hablaba con familiares de personas judicializadas desde el punto de vista político, comprendí que la Justicia, hace rato, se fue de vacaciones y que no ha regresado. Y que esa situación hace que tengamos muchísimos culpables en las calles y muchísimos inocentes en las cárceles. Que la Justicia se haya convertido no sólo en una mercadería, sino también en el brazo ejecutor del régimen venezolano para acallar las voces de sectores que no le gustan al poder.
Yo no puedo esperar de una Justicia ausente de Venezuela. Y por lo demás estoy absolutamente convencida que la justicia de Dios no tiene color, no tiene diferencias, es la verdadera juisticia.
—Conocedora del mundo militar venezolano, ¿qué nos puede decir de la situación de la Fuerza Armada Nacional?
—La Fuerza Armada atraviesa por un proceso muy difícil, por una situación particularmente sensible, por quebrantamiento de sus pilares fundamentales. La Fuerza Armada cada día se ha convertido en una institución que no solo evidencia la grave crisis que vive el país. Porque recordemos que lo que ocurre al interior de la Fuerza Armada es el reflejo de lo que ocurre en la sociedad civil. Y lo mismo que afecta al ciudadano común en lo que a la administración de Justicia se refiere, al servicio médico asistencial, al derecho a la educación en sus diferentes niveles, pues eso afecta también al mundo militar.
Y también, como en el mundo civil, los jerarcas, los privilegiados, los que se permiten burlar la ley, los que se permiten demostrar un grosero enriquecimiento, los que tienen el poder para señalar a otros, para por ejemplo, declarar acciones de esta furia bolivariana, violentando los aspectos legales,
El poder para señalar a otros para declarar, por ejemplo, estas acciones de la furia bolivariana, violentando todos los los aspectos legales, los que se consideran enseñoreados para desde el canal del Estado señalar, hacer imputaciones, agredir, mandar a detener y pare de contar, pues sencillamente lo que demuestra es que la Fuerza Armada está en una situación muy, muy difícil. Tan difícil es que no tiene la fuerza para poder incluso tomar los caminos que le corresponden, retomar la función esencial que tiene por la Constitución de defender el territorio y la soberanía. Por esa razón tenemos el país azotado por grupos irregulares, entre esos los de la guerrilla colombiana instalada no solamente en las minas de oro, en las zonas de frontera. Solamente le falta instalarse en Miraflores, donde sí están, pero no precisamente en la totalidad del poder. El Ejército de Liberación Nacional, particularmente ha avanzado de manera muy audaz en el país, tiene tomada la frontera colombo-venezolana