No quisiera ni deseo salirme de mi forma de comunicarme con mis lectores siempre en positivo; confieso que estoy un poco afectado con el bombardeo de tantas noticias que hoy la comunicación global le dan tarima y espacios a todos los flautistas agoreros, profetas del desastre, narradores de noticias, que solo sirven para troncar el deseo de ser exitoso, animado siempre, lleno de esperanzas y con el deseo de vivir en paz al lado de su familia, amigos y de mantenerse ocupado, deseándonos el bien unos a los otros por medio de la fe, la esperanza y mente positiva.
Con tristeza y preocupación escribo estas reflexiones como un clamor y la esperanza de que este mensaje llegue a buen destino que pueda neutralizar a los ya nombrados y a las autoridades como las ONG, Fundaciones, Gremios y Derechos Humanos que se ocupan de darle un parao a esta gente que lo que aportan es nocivo y negativo; caso que debe tener un tratamiento especial “el virus y su vacunas”; estoy cansado de leer y oír conferencias donde aseguran que la vacuna es un veneno activo y que en menos de tres años el 80% de la población mundial ha desaparecido y que la vacuna fue hecha con el propósito y que es ciento por ciento efectiva para lo que fue creada y lo he oído a supuestos dotados de sabidurías en su materia y función de salvar vida; hago un llamado de corazón a todos los colegios médicos, federación médica, a los gobiernos que busquen para que no continúen con este desastre que solo sirve para pensar en la derrota y la desilusión; esta proclama a Dios que ruego para que no sea cierta y que se extienda en el mundo de la gente pensante y la apoyen con toda fe y esperanza a darle un fin a este tipo de malas noticias, con toda la fe en Dios que es el único que puede tomar decisiones en nuestra vida.
Invito para que no hagamos caso, pensemos que hasta el último suspiro debemos poner y fijar como un clip en nuestra mente, que siempre hay un límite donde la tolerancia deja de ser una virtud y que nadie en el planeta por poderoso que sea no lo autoriza a terminar con nuestra paz y que la medida del amor es un amor sin medida; y mientras no haya justicia la memoria es una forma de ejercerla; “Si la justicia no hace memoria, la memoria debe hacer justicia” esto último los dijo Ana Blandiana, procuremos ser tan grande para que todos quieran alcanzarte, tener humildad y así todos deseen estar contigo, abrazar con amor a tu familia, amigos y dejar de pelear por tonterías, la vida termina en un instante, ama a tu seres queridos y agradécele a Dios “por ellos”.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran