Héctor Mujica
Fue el primer caroreño en aspirar la presidencia de Venezuela. Había nacido allí, el 10 de abril de 1927, formándose junto a una generación que se cultivó, con la legendaria figura de don Cecilio Zubillaga Perera. El marxismo como doctrina política y económica, le llevarán al partido Comunista estudiando en la Escuela de Filosofía de la Universidad Central de Venezuela donde obtiene en 1950, la Licenciatura en Filosofía y Letras y como periodista, no sólo fue director de su Escuela, sino articulista de docenas de diarios revistas, semanarios, sino presidente de la Asociación Venezolana de Periodistas y su posterior Colegio. Aquella actividad intelectual lo llevará, a una incansable lucha política que le obligará a vivir entre cárceles y exilio, hasta la instauración del sistema democrático en 1958,donde seria diputado al antiguo Congreso de la República y candidato presidencial en las elecciones de 1978, obteniendo 29 305 sufragios, pero más que una aspiración simbólica, fue un admirable ejercicio histórico y pedagógico. ¿Porque histórico? Héctor Mujica, por qué en su admirable vocación periodística escribiría » Historia de una Silla» que a la fecha, explica un modelo de discurso y estilo político de unas docenas de hombres, que a partir de 1830 han gobernado al país, en el marco de una interrogante suya ¿Quienes fueron los Guzmanes?
Antonio Leocadio Guzmán y Antonio Guzmán Blanco, padre e hijo, copan por 100 años, el escenario político venezolano a partir de 1830, cuando aparece en escena Guzmán padre, como ministro del Presidente José Antonio Páez. Es el tiempo de la construcción de la Venezuela republicana después de la separación de Colombia. Antes, fungió como secretario del Libertador en la elaboración de la Constitución de Bolivia y para 1840, desde su famoso periódico «El venezolano» junto a intelectuales de la talla de Tomás Lander y Juan Vicente González fundando el partido Liberal con sus ideales de libertades, llegándose a calificar como el segundo Bolívar. La política le hará reo de «delitos de imprenta, traición y conspiración» para «trastomar las bases de la sociedad » condenandole a muerte e indultado bajo la figura de «extrañamiento del país»por el Presidente José Tadeo Monagas, para regresar como su ministro del Interior. Guzmán vivirá la caída de los Monagas, la tragedia de Páez promoviendo un Federalismo igualitarista que no se había alcanzado con la Independencia, lo que permitirá el ascenso de su hijo Antonio Guzmán Blanco, el «autócrata civilizador» al poder como ningún otro. La elevación de estatuas a padre e hijo, confirman el tiempo de los «Guzmanes» bajo el imperio del personalismo y la demagogia para perpetuarse en el poder, que metafóricamente, Héctor Mujica muestra en la «Historia de la Silla» que trascendido el siglo XX, y sigue rodando éstas primeras décadas del XXI, imponiéndose el personalismo y un discurso político con sus debidas excepciones, siempre en búsqueda de «La Silla» a la que pretendio nuestro Héctor Mujica, conscientes de la imposibilidad real de imponerse su candidatura presidencial, recorriendo el país, con un mensaje de ética política al asumirla y así lo declaraba:… «Mi candidatura» tiene varios sentidos. En primer término, enarbolamos la bandera de la unidad de las fuerzas progresistas, revolucionarias, democráticas, conscientes de que la revolución venezolana solo se puede dar con la unidad del pueblo venezolano y no sólo con los partidos de izquierda, sino con el pueblo adeco y el pueblo copeyano. Y segundo, porque en el proceso electoral hay que enseñar a los trabajadores de la ciudad y del campo a defenderse, a señalar sus derechos y a decirles qué se propone un candidato comunista y qué haría de llegar al gobierno»
No alcanzada su aspiración, Héctor Mujica fue retirándose de la vida política y Mérida fue su refugio, donde fallecería el 14 de febrero de 2002 con la acreditación de rectitud ciudadana y amor a Venezuela, Hoy, en tiempos de cuetionamientos del sistema socialista destacamos uno de sus reconocimientos:
«Héctor Mujica: apuntes para el debate del socialismo en Venezuela de Lino Morán-Beltrán y Johan Méndez-Reyes como «Resultado del Proyecto de Investigación titulado La intelectualidad Venezolana del Siglo XX ante la Condición Humana, CONDES-LUZ, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela que nos dicen:
«Héctor Mujica, representa unos de los intelectuales más importantes del marxismo venezolano del siglo XX…Su obra ofrece una visión sobre los aspectos más importantes de nuestra Historia y sobre tópicos que preocupan a toda la humanidad en la actualidad del capitalismo neoliberal y globalizado»…
Y a la Historia voy, Victoriosa o vencida…
Jorge Ramos Guerra
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