Las fallos eléctricos han sido tema principal de la opinión pública venezolana, su incumplimiento no distingue entre tendencias políticas ni sociales, por lo cual cualquier ciudadano se puede ver perjudicado. En Lara, afectados cuentan su historia.
La vocera de Finanzas del consejo comunal Lomas Verdes, Alida Andrade, manifestó la situación que vive actualmente la zona de El Cercado con las fallas de luz.
“El servicio eléctrico lo suspenden todos los días y ni avisan sobre el racionamiento” explicó.
La afectada sostuvo que desde enero la situación ha empeorado.
En el sector atribuyen el problema a un transformador que se ubica en la cancha deportiva. Los vecinos alegan haber reportado en reiteradas ocasiones la situación y cuando finalmente lo cambiaron, empezó a botar aceite, lo que originó que la comunidad durara al menos dos noches completas sin luz.
“Hicimos una carta a Corpoelec, para hacer una inspección de los transformadores que no se han cambiado desde el año 92”.
La afectada declara que esta situación ha sido muy difícil de llevar por la comunidad, por la cantidad de niños que hay en la zona. “Hay bebés recién nacidos que no pueden dormir, el calor los desespera y a veces están enfermos. Para nosotros estas circunstancias son graves”.
Sin horario de racionamiento, ni avisos previos a la suspensión del servicio, la molestia de la comunidad aumenta cuando el fallo eléctrico perjudica los electrodomésticos. “Nadie se hace responsable por eso”, explicó una vecina que prefirió mantener su identidad resguardada. “Hace una semana, se dañó el motor de la nevera de mi casa, por lo cual he tenido que usar la del negocio de empanadas, pero si los proveedores de refrescos ven que tengo mis cosas en ella, me llaman la atención”. De igual manera explicó que esta situación afecta su negocio porque sin electricidad las bebidas no se enfrían y los ingredientes se dañan.
Entre vecinos de El Cercado ya conocen quiénes han sido afectados con sus electrodomésticos por lo que han unido esfuerzos y calidad humana, para ser colaboradores unos de otros.
En el este de la ciudad
La concurrida avenida Lara no escapa de la oscuridad y es que desde hace un par de semanas, quienes viven en el conocido sector han quedado a la luz de las velas por el deficiente servicio.
Josenia Mendoza, residente de un edificio de la zona, explica que los fallos eléctricos han afectado en gran dimensión sus labores como madre y ama de casa.
“Una noche se fue la luz y después de 3 horas cuando regresó, me di cuenta que se había quemado la nevera. Nadie se hizo responsable. 15 días después, se quemó el codificador del televisor, pero la empresa satelital cumplió y lo sustituyeron”. Mendoza asegura que los bajones de luz constantes, representan una amenaza para el funcionamiento de los artefactos.
Para quienes viven en edificios, las fallos eléctricos no sólo representan una preocupación, sino que además implican compromisos económicos con los ascensores, portones y cercado eléctrico.
“Se dañó el ascensor del conjunto residencial y eso significa un incremento de mensualidad para los vecinos. Además cuando se va la luz, tenemos que poner el portón manual y eso daña el proceso natural de funcionamiento, afirmó con la angustia evidente de quien observa trastocada su vida diaria.