Por: Alexis Bonte
Representante de FAO Venezuela
En Venezuela, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), viene desarrollando una serie de iniciativas con el objetivo de crear las capacidades de producción, diversificación, conservación y distribución de semillas de calidad, como contribución estratégica a la seguridad alimentaria y nutricional de Venezuela.
Para ello la FAO viene fortaleciendo alianzas con el gobierno nacional, a través del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras, el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y la Tecnología, el Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana. También participan; el Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, y por su importante propósito estratégico, llega al corazón de todas las comunidades del territorio nacional con el Ministerio del Poder Popular para la Educación, con la finalidad de ejecutar de manera conjunta, diversos proyectos para contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
La agricultura no sólo es la base fundamental del sustento humano, además es un componente importante de la economía, la sociedad y el ambiente. Es por esto, que para la FAO es una prioridad edificar relaciones interinstitucionales que contribuyan a promover esquemas asociativos de fortalecimiento de los modelos de producción y comercialización de semillas de cereales y leguminosas con calidad, bajo un enfoque de multi-actores, que incluye, entre otras acciones, sinergias efectivas entre las organizaciones comunitarias locales (productores, cooperativas locales, entre otras), el sector privado agroindustrial de semillas en Venezuela y las instituciones públicas de gobierno e instituciones nacionales encargadas de la gobernanza del sector a nivel local y nacional.
Entre las principales acciones que se vienen realizando se encuentra la creación de Bancos Locales de Semillas.
Los Bancos Locales de Semillas (BLS), son una estrategia comunitaria que busca asegurar el acceso y la disponibilidad de semilla de calidad para los ciclos regulares de siembra en las comunidades rurales a nivel local, y también permite garantizar la disponibilidad y reserva de semillas para un mantenimiento seguro de las mismas, en casos de desastres naturales o escasez en el mercado.
Una estrategia de futuro
En estos BLS se promueve el intercambio de semillas y saberes, lo que permite disminuir los gastos por compra y preservación, así como el rescate, la conservación y promoción del patrimonio cultural y ancestral alimentario, por medio de la conservación de la diversidad local de cultivos, tanto materiales (semillas y rubros), como inmaterial (saberes, costumbres y valor histórico-cultural de los cultivos), lo que los convierte en espacios para salvaguardar el pasado, presente y futuro de las comunidades.
Las mujeres como guardianas naturales de la vida tienen un rol fundamental en la conformación de los BLS, por ello se debe asegurar que integren mínimo el 50% de participación.
Otro elemento importante es que las y los integrantes del BLS son los gestores de todos los procesos de la organización y las decisiones se toman en asamblea por medio de consenso, esto lo convierte en una organización de participación y arraigo comunitario.
A partir de los ingresos obtenidos de la venta de semillas, pueden iniciar un sistema de crédito y ahorro comunitario para los miembros del BLS. Lo que permite diversificar y optimizar la producción y los procesos en general.
Es importante que promuevan el impulso permanente de un sistema de retorno de las semillas por parte de los agricultores para garantizar la sostenibilidad del BLS y su permanencia en el tiempo. A su vez, los procesos de intercambio pueden contemplar el préstamo de semillas en especie y trueques.
Las semillas son la base de los sistemas agroalimentarios
La producción, diversificación, mejoramiento, almacenamiento e intercambio de semillas es de vital importancia para alcanzar la independencia, seguridad y soberanía alimentaria de las comunidades rurales y los pueblos en general. Esto es inherente a la transformación de los sistemas agroalimentarios de producción local, para el consumo responsable, sostenible y sustentable en el tiempo y así poder lograr un mundo libre de hambre.
Esta es una de las importantes contribuciones de la FAO en materia de conservación y sostenibilidad de los sistemas de producción y mejoramiento de semillas y cultivos de alto valor nutricional, para el fortalecimiento de la disponibilidad y acceso a los alimentos por parte del pueblo venezolano, así como al desarrollo económico de la nación, lo que contribuye a alcanzar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible; Fin de la Pobreza y Hambre Cero, una visión de futuro sin dejar a nadie atrás.
Alexis Bonte
Representante de FAO Venezuela