Y lo que debe hacer nuestro país es defender la proyección de su plataforma continental hacia el mar en la región de Monagas y Sucre, que afecta la soberanía venezolana.
Esa es la recomendación que, a través de El Impulso, hace el doctor Rafael Simón Jiménez, profesional del Derecho, historiador, docente universitario, exvicepresidente de la Asamblea Nacional, exrector del Consejo Nacional Electoral y analista político.
Lo indicado para tratar de arreglar esta situación son los mecanismos que existen en la actuación jurídica y diplomática, porque no es un asunto de ahora sino que data desde hace 124 años.
Se está ignorando un tema que afecta más la soberanía venezolana y es que Guyana pretende invadir aguas territoriales que son de Venezuela y que no foman parte de la controversia de la Guayana Esequiba, sino que es la proyección de la plataforma continental de nuestra frontera de los estados Monagas y Sucre hacia el mar.
Aquí la cosa si es dificultosa, porque Venezuela está en la obligación de defender su territorio e impedir que Guyana conceda concesiones o se realicen otras actividades que no estén controladas o prestadas por el Estado venezolano.
Evidentemente, ahora, la Corte Internacional de Judicial le cuesta darle la razón a ninguna de las dos partes y menos acerca del tema del referendo porque no es de su competencia, aclaró. Lo que sí le corresponde es emitir, en el momento dado, un fallo sobre cómo implementar el acuerdo de Ginebra, el cual precisa textualmente que hay que buscar una solución práctica y satisfactoria a la controversia.
Y la controversia surge de la forma como se hizo el acuerdo de París de 1.899 y, en ese sentido, es posible que la Corte Internacional de Justicia pueda tener competencia para decidir cuál es el arreglo práctico y satisfactorio del problema limítrofe.
La Corte no tiene competencia para decidir en las consultas que el gobierno, en el orden interno, pueda hacer.
Y en cuanto a lo dicho por el ministro de la Defensa, que los militares están preparados para cualquier escenario, el doctor Jiménez fue enfático al indicar que el escenario siempre tiene que ser jurídico y diplomático para la negociación.
Ahora, en última instancia, de presentarse una invasión de Guyana hacia las aguas territoriales venezolanas o al territorio venezolano, no al que se encuentra en controversia, la fuerza armada tiene que responder porque es garante del territorio y la soberanía nacional.
La guerra es el último recurso, pero existen los mecanismos diplomáticos y legales para resolver las diferencias, asentó. Creo que tanto Venezuela como Guyana deben bajarle dos, como se dice coloquialmente, al asunto.
Una confrontación militar no le conviene ni a Venezuela, ni a Guyana, ni a la región, ni al Caribe, ni a la América Latina, ni le conviene a nadie, concluyó su planteamiento el doctor Rafael Simón Jiménez.