El gobierno chino no le dio financiamiento a Nicolás Maduro, que fue a buscar en su último viaje a esa potencia asiática, pero le hizo firmar 31 acuerdos.
Al hablar sobre el particular, el economista José Luis Alcocer, subsecretario general nacional del partido Democracia Renovadora, comentó que todavía el presidente venezolano no ha rendido cuentas del tristemente famoso Fondo Chino, que en nada benefició a Venezuela porque las obras que comenzó nunca fueron terminadas.
Es irónico que Maduro haya firmado un acuerdo para educación cuando, desde comienzos de enero de este año, están los educadores y el personal administrativo y obrero protestando, porque su gobierno les redujo el salario y les quitó los beneficios socioeconómicos, que habían conquistado a lo largo de los años de la democracia.
De igual forma firmó acuerdos en ciencias y tecnologías sin tomar en cuenta que nuestros principales centros de investigación tecnológica, con asiento en universidades, centros de investigación en Guayana y en PDVSA quedaron destruidos por la indolencia gubernamental de Maduro.
Otro de los acuerdos es en salud, lo que llama la atención del propio sector, ya que los estudios hechos con base a las denuncias de los propios médicos, casi la totalidad de los hospitales se encuentran en situación deplorable, porque no cuentan con suficiente personal, ni mucho menos con insumos y los familiares de los pacientes tienen que estar recurriendo a la caridad para adquirir el tratamiento de los pacientes.
Y resulta inconcebible un acuerdo aeroespacial mientras cada vez son menos los vuelos en el país, porque a veces hay uno entre una ciudad de cualquier estado y Maiquetía.
¿Y qué se puede esperar del acuerdo de comunicaciones cuando ya es difícil comunicarse por teléfono y el servicio de Internet es el peor del mundo?
Su alegría de que un venezolano puede pisar la Luna deja atónita a la población, porque hay que estar fuera de la Tierra para firmar convenios que resultarán en la nada como los ya mencionados.
Lo que sí se puede advertir es que China podría aprovecharse de montar zonas de esclavitud mediante la permisibilidad del régimen en las Zonas Económicas Especiales, porque el gobierno chino de la explotación sí sabe y la ha utilizado tanto que allá no hay sindicato, ni nadie que se ocupe de velar por los derechos de los trabajadores.
Maduro, quien se dice presidente obrero, es quien más ha perjudicado a la clase trabajadora, porque redujo el salario mínimo a menos de cuatro dólares al mes y a los ojos del mundo están las imágenes de los educadores y demás trabajadores de la educación protestando por el restablecimiento de sus derechos, manifestó Alcocer.