En horas de la tarde de este miércoles 20 de septiembre se llevó a cabo la actividad «La universidad y sus desafíos ante la ciudad que viene», que en su tercera entrega contó con la participación del doctor Francisco González Cruz, fundador y exrector de la Universidad Valle del Momboy del estado Trujillo.
El evento de cierre de este ciclo de conferencias se realizó en los espacios del auditorio de Ascardio, donde se dieron cita personalidades y representantes de universidades del estado Lara.
El también geógrafo, profesor y escritor, abordó desde su experiencia el tema sobre la ciudad, la educación y el desarrollo sostenible.
«La incertidumbre hacia donde va la universidad es muy grande. La universidad que viene será poco parecida a la universidad que fue, sobretodo en Venezuela, donde el modelo rentista murió para siempre, entonces no podemos soñar con la universidad que fue, donde afortunadamente tuvimos la oportunidad de estudiar», expresó el doctor González Cruz a los asistentes.
«No se puede pensar la universidad venezolana del single XXI desde la nostalgia de la universidad del siglo XX», agregó.
El exrector de la Universidad Valle del Momboy, detalló que su intervención se basó en «una reflexión sobre los compromisos comunes que debe tener la universidad y la ciudad, pero sobretodo con la necesaria transformación de la universidad venezolana que ha sufrido tanto por los recortes presupuestarios, pero que la obliga de todas maneras a transformarse, porque hay un modelo que debe responder más a las necesidades de la sociedad con mayor eficiencia y tiene que ser un modelo más sostenible, que no dependa tanto de los recursos que puedan enviarle desde el poder nacional», dijo.
En este sentido, acotó que «las universidades que están teniendo éxito en el mundo son las que siguen el modelo de gerencia y gestión de las universidades norteamericanas».
La razón de ser de la ciudad: El lugar para vivir y convivir.
Durante su participación, el doctor Francisco González Cruz, señaló que «una ciudad no se mide por la cantidad de autopistas y edificios, sino por su calidad humana y organizaciones sociales».
«Las ciudades inteligentes son las más sanas, las que brindan calidad de vida a sus habitantes», resaltó, agregando que entre los desafíos de la universidad «se ubican todas esas alternativas para sumarle valor a la ciudad, mediante sus funciones clásicas y emergentes».
«La clave de la universidad más allá de formar profesionales es formar personas, y eso no quita la profesionalización. Se debe respetar la dignidad humana y la universidad debe comprometerse a dar a conocer, aplicar y evaluar la agenda 2030 localmente», concluyó.
