Como una “locura suicida” califica el economista y presidente de Datanálisis, la lucha encarnizada que aún se mantiene entre algunos sectores de la oposición, afirmando que dedicar los recursos escasos a atacarse unos a otros es una garantía de fracaso. Pero además, es un reconocimiento implícito de que la lucha con el verdadero enemigo está perdida.
En efecto, a través de su cuenta en X, el analista examina la realidad que se vive actualmente entre la oposición venezolana, alertando en torno a los riesgos que se corren, si no aparece alguien capaz de conducir esa cruzada.
“Los “libertarios” brincan ante cualquier opinión diferente, dentro de la propia oposición moderada, con acusaciones, insultos y teorías conspirativas, dividiendo todo en un primitivo buenos o malos, pura sangre o sangre sucia, en vez de desarrollar argumentos y debates que permitan encontrar puntos de coincidencia y negociación para unir esfuerzos alrededor de los objetivos comunes, afirma.
Explica asimismo, que la reacción de los moderados también ha sido agresiva y dura. Paradójicamente la rabia y la frustración les ha robado su capacidad de conducir una negociación interna inteligente, a la que están claramente llamados. Creo que esto es un error catastrófico porque nunca como hoy la oposición necesita unificarse totalmente y eso no se logra pretendiendo que todo el mundo piense igual (esa es una característica de la autocracia no de la democracia) sino creando reglas de juego comunes que permitan dirimir el disenso natural del ser humano.
Advierte que al final, dedicar los recursos escasos a atacarse unos a otros es una garantía de fracaso. Pero además, es un reconocimiento implícito de que la lucha con el verdadero enemigo está perdida y deciden consolarse atacando a los propios y culpándo de su incapacidad de lograr los objetivos planteados. Esto siempre parece más fácil que luchar contra el verdadero enemigo.
Asegura que todavía es tiempo de parar esta locura suicida. Ojalá que alguien tenga la capacidad de conducir esa cruzada y no importa si es radical o moderado, lo relevante es que sea racional y comprometido con el país…más que con sus propios intereses personales, destaca Luis Vicente León.