¡Confianza! Venezuela se enfrenta a un futuro, por ahora, incierto. Estamos en vísperas nuevas elecciones y el país se debate entre las nuevas expectativas que ello impone ante la realidad que encierra el binomio político económico, sin obviar su incidencia en el ámbito social donde se cierra el trinomio que afecta profundamente el bienestar de la población de cualquier país.
Las fluctuaciones de la moneda hace presumir que se avecinan días de profundas anormalidades que conllevan a una inmensa inflación; la escasez de bienes de primera necesidad ya no acepta excusas ante la realidad de los estantes vacíos y los problemas financieros que amenazan el buen desenvolvimiento de las empresas productoras de bienes y servicios y, más allá, puesto que son, el sector que genera más empleos. Basta con echar una mirada a nuestros campos para darnos cuenta de la situación en la cual se encuentra nuestro sistema agropecuario y, cuando vamos a las bodegas, abastos, supermercados o simplemente al sistema de distribución de alimentos del gobierno, los Mercal, podemos comprobar que la soberanía alimentaria está bajo serios cuestionamientos, porque es evidente que importamos mucho más del setenta por ciento de los alimentos que consumimos. Así mismo, se han realizado serios cuestionamientos sobre los conocimientos de los egresados del sistema educativo no tradicional.
Pero, el sector privado aún dispone del talento necesario y probo para recuperar el desarrollo del país. Se dice que: “Errar es de humanos… Rectificar es de sabios”. El gobierno debe rectificar en cuanto a que, debe fortalecer al sector privado como un medio de parar la crisis injustificada en que se sume la Republica y aquí es donde tiene privilegiada importancia la “Red de Instituciones Larenses” por ser una organización representativa que ha sabido demostrar cómo se sobrevive a los momentos difíciles. Superados los tres primeros años desde su creación la R.I.L. ha demostrado, altruistamente, que ejerce la contraloría social superando la crítica con el aporte de soluciones idóneas y realizables con un poco voluntad de eficiencia y eficacia por parte de los entes que tienen la autoridad suficiente para ejecutar la responsabilidad aceptada de solucionar los problemas que afectan de manera, incalculable, a la colectividad venezolana, en general. Entre otros ejemplos tenemos lo que hemos hecho en materia de “Seguridad Ciudadana”; valiendo el recordatorio, que después de dos años, esperamos la actuación de la Defensoría del Pueblo realizar Foros y diferentes actividades propuestas que conlleven a la unión real de los organismos a quienes compete la solución de tan delicada y oprobiosa situación. Hemos llamado la atención referente al estado de la vialidad; de los puentes y de la necesidad imperiosa de la pronta ejecución del mínimo mantenimiento que garantice la seguridad de sus usuarios. Hemos propiciado un ambiente cónsono con la importancia de la discusión efectiva sobre el Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL). Incansablemente hemos llamado la atención referente al desastre ecológico que se está efectuando en todo el sistema montañoso del estado Lara y que atenta contra la preservación de la vida vegetal, animal y humana; allende nuestra fronteras porque afecta a tres Cuencas Hidrográficas, a saber: La Orinoquía, ya qué, los ríos que nacen en La Sierra de Portuguesa son afluentes del río Apure que desemboca en el río Orinoco. La Cuenca del Mar Caribe a través del Río Tocuyo y la Cuenca del Lago de Maracaibo a través de los ríos Misoa y Riecito. Afectando, aguas abajo, al bien llamado Granero de Venezuela, el estado Portuguesa, al mermar la producción de alimentos. Hemos dicho que el desastre ocurrido en el valle del Turbio y el exterminio del Bosque Macuto es tan sólo la punta de un iceberg, de lo que ocurre en el sistema montañoso que es el Alfa y Omega de la Cordillera Andina. Hemos apoyado a nuestra Alma Mater, la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA en su subsistencia institucional y a organizaciones que aportan soluciones ante la violencia escolar.
La colectividad larense debe tener la seguridad de que cuenta con todo el potencial del cual dispone la “Red de Instituciones Larenses” y, que ha sido reconocido nacional e internacionalmente, porque trabajamos por amor desinteresado por nuestro terruño. Amor y trabajo que sobre pasa las fronteras estadales y se expande por todo el territorio nacional.