El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, lanzó hoy un duro mensaje a Ucrania al afirmar que Moscú no necesita dialogar de paz con el país vecino hasta que este no lo pida de rodillas. Así lo dijo al comentar la reunión de una treintena de países celebrada en la ciudad saudí de Yeda para buscar una solución al conflicto que enfrenta a ambos países desde 2014.
Medvédev, que también fue presidente de Rusia entre 2008 y 2012, se mostró despectivo con el encuentro de Yeda, al que Rusia no fue invitada, y dijo que cualquier propuesta de paz solo puede ser exitosa si cumple tres condiciones básicas: la participación de ambas partes del conflicto, el reconocimiento del contexto histórico y la aceptación de la realidad actual.
Según el político ruso, Ucrania no existía como país antes de 1991 y es una esquirla del Imperio ruso. Además, afirmó que Ucrania está en una fase de semidescomposición y que parte de sus territorios retornaron a Rusia, en referencia a la anexión de Crimea y el apoyo a los separatistas del este ucraniano.
«No necesitamos ningún diálogo. El enemigo debe venir arrastrándose de rodillas, suplicando clemencia», sentenció Medvédev, uno de los principales halcones del Kremlin.
La reunión de Yeda, auspiciada por Arabia Saudí y Estados Unidos, contó con la presencia de representantes de países europeos, asiáticos y árabes, así como de organizaciones internacionales como la ONU, la OTAN y la Unión Europea. El objetivo era explorar vías para reactivar el proceso de paz en Ucrania, basado en los acuerdos de Minsk firmados en 2015.
Sin embargo, esos acuerdos han quedado estancados por el incumplimiento de las partes y la falta de voluntad política para avanzar hacia una solución política. La guerra en Ucrania ha causado más de 13.000 muertos y cerca de un millón y medio de desplazados internos.