La temperatura superficial promedio del océano, excluyendo las regiones polares, ha superado por primera vez los 20,96 grados centígrados, según los datos más recientes del Observatorio Climático de la Unión Europea. Este hecho supone un nuevo récord histórico, que supera en una centésima al anterior, registrado en marzo de 2016.
Los científicos advierten que este aumento de la temperatura oceánica es el resultado de que las aguas de todo el mundo hayan absorbido el 90 % del exceso de calor producido por los humanos desde los comienzos de la era industrial. Además, desde abril la temperatura media de los océanos viene superando con regularidad los récords estacionales de calor. Este exceso sigue acumulándose a medida que los gases de efecto invernadero continúan aumentando su presencia en la atmósfera terrestre, explican los expertos.
«La principal causa a largo plazo es sin duda la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocada por la actividad humana y principalmente por la quema de combustibles fósiles», afirmó el director de investigación climática de la Universidad de Reading, Rowan Sutton.
Las aguas más cálidas son menos capaces de absorber dióxido de carbono, lo que empeora el círculo vicioso del calentamiento global. Se teme, además, que temperaturas aún más altas estén probablemente por llegar debido al fenómeno de El Niño, cuyos efectos se sentirán en particular a finales de 2023.
Este escenario plantea graves riesgos para la biodiversidad marina, los ecosistemas costeros, la seguridad alimentaria y la salud humana. Los océanos desempeñan un papel fundamental en el equilibrio climático del planeta y proporcionan servicios esenciales para la vida.