La organización recibió un aporte de 10.7 millones de euros de la Unión Europea para brindar asistencia humanitaria a casi medio millón de personas en siete países de la región.
Unicef denunció este viernes que América Latina y el Caribe vive «una de las crisis de migración infantil más grandes y complejas del mundo», debido a las crisis políticas y socioeconómicas, la violencia y los desastres naturales que afectan a la región.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, alrededor de una de cada cuatro personas en movimiento en la región es un niño o una niña, lo que representa un riesgo para su salud, educación, protección y bienestar.
Para atender las necesidades de esta población vulnerable, Unicef recibió un aporte de 10,7 millones de euros de la Unión Europea, a través de su departamento de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria (ECHO).
Estos fondos se destinarán a brindar servicios integrales a más de 472.000 personas, incluidos 318.000 niños, niñas y adolescentes en Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Perú, Trinidad y Tobago y Venezuela.
Entre los servicios que se ofrecerán se encuentran el apoyo psicosocial, los espacios de aprendizaje, la atención médica y la protección.
Además, Unicef trabajará para fortalecer la resiliencia y la capacidad de respuesta ante emergencias de los sistemas de servicios sociales y educativos en Centroamérica y el Caribe, beneficiando a más de 335.000 personas, incluidos 127.000 niños y adolescentes.
Unicef recordó que la región alberga a más de 6 millones de refugiados y migrantes venezolanos, la segunda mayor crisis migratoria del mundo después de Siria.