Pensar
El Hombre en la Historia: Individuo y Sociedad
Pero no hay duda que el pueblo venezolano ha cambiado políticamente, ya no es tan ingenuo como antes, la democracia protagónica, con todas sus fallas se ha ejercido, aunque la formación es más ideológica que teórico-política, este proceso se ha venido dando. Pero así como reconocemos esto, es también necesario acusar el fuerte papel jugado por el liderazgo de Chávez, el papel del estado y el partido como impulsor y motor del proceso, muchas veces pasando por encima o colocando en segundo plano al propio pueblo: al trabajador, al campesino, la mujer como protagonista principal del proceso.
Esta ha sido una indiscutible deformación, pero era necesaria, en Venezuela fue Chávez el que logró aglutinar y hacer posible el triunfo de la corrientes progresistas, que siempre habían existido, desde la colonización, pasando por la independencia, la federación, los movimientos campesinos, las lucha de la mujer y los trabajadores, los alzamientos guerrilleros, los movimientos sociales urbanos, pero fue hasta que las condiciones se agudizaron (a partir de la crisis rentista de los años ochenta, la crisis del bipartidismo y el populismo, los levantamientos populares y militares de 1989 y 1992), cuando se hiso posible que en 1998 un hombre desconocido, con la valentía de un acto, que tenia años organizándose, asumiera el poder con el apoyo popular, con miles de expectativas y reclamos. Gobernando con moderados, socialdemócratas, revisionista, radicales y anarquistas simultáneamente, tarea nada fácil, pero asumiendo desde los inicios una política popular y nacionalista. Que se radicalizó a partir del golpe y la paralización económica del 2002 y 2003, para trascurrir hacia el socialismo, como única alternativa frente al capitalismo, que además de alienante y explotador, hoy amenaza severamente la vida del planeta.
Ya en otros artículos hemos analizado lo que, a nuestro modo de ver, ha sido los resultados favorables y no favorables de este proceso. El tema ahora es el liderazgo, no hay duda que en este momento seria fatal, para todos, la ausencia de Chávez. Lo importante es el futuro, no creo que podamos ni debamos seguir diciendo que “con Chávez todo, sin Chávez nada”, y menos que “no es posible socialismo sin Chávez”. Si la respuesta es Si, pues me parece muy triste y nada se habrá hecho. Entiendo que se diga eso en el contexto político y electoral delicado como el de ahora.
Pero en términos realistas y serios esta respuesta no puede ser. Ni siquiera el chavismo, como movimiento surgido a partir de 1992, pero con más fuerza desde 1998, se termina con Chávez, como no se terminó el peronismo sin Perón, y mucho otros movimientos sin su líder. El chavismo recoge el pensamiento del indiscutible máximo líder de este proceso: Hugo Rafael Chávez Frías. Pero el proceso, el socialismo, es más que Chávez, es anterior a Chávez y es más importante y trascendental que Chávez.
Entiendo que esto se le haga difícil de entender a quien se sumo a las causas populares con el alzamiento de 1992 o mas concreto en 1998, pero es inaceptable para quienes están formados en el socialismo, que es anterior al chavismo, que reconocen que este lo ha encarnado, lo ha vitalizado y motorizado, pero no puede asumirse como sinónimo. El socialismo venezolano no es ni puede ser solo chavismo, aunque este sea- en las circunstancias actuales- su máxima expresión. Ni siquiera el marxismo, y su mayor exponente Marx, pueden ser considerados como sinónimo de socialismo. El socialismo tiene al menos dos siglos de experiencias y caudal teórico. No se terminó en Rusia por el accionar de Stalin, ni en China con la muerte de Mao, ni en Cuba por el menor protagonismo de Fidel.
Para los sectores que conforman la oposición, el mandatario nacional “ya tiene fecha de vencimiento”, mientras que los partidarios de la revolución aseguran que “ahora es que hay Chávez y revolución para rato”. Diosdado Cabello tajantemente señaló “Creemos que si Chávez está ausente no hay revolución ni nada que se le parezca”. A nuestro modo de ver eso es inaudito. Ese no es el problema fundamental, es el futuro. En este momento no hay duda: una Venezuela sin Chávez sería casi ingobernable, en el corto tiempo, su breve ausencia se sintió tanto en el gobierno como en la oposición, en el país todo. Continuará…
Pedro Rodríguez Rojas. [email protected]
(articulo publicado hace dos años)