Venezuela vive uno de los momentos más críticos de su historia, sobre todo porque su crisis ha abarcado todos los ámbitos, en lo social, en lo político, en lo moral y, sobre todo, en lo económico.
Lo que hace más grave la crisis es la incapacidad de sus conductores desde el gobierno. Nos afecta la inseguridad, nos afecta la conducción sin rumbo de la economía, en consecuencia todos son factores que contribuyen al incremento de la inflación.
Todos sabemos que las causas de la inflación son multifactoriales, como baja producción, exceso de importaciones, tasa de cambio indebida, las devaluaciones sin medidas complementarias, exceso de importaciones, controles sin control, desconfianza en las políticas implementadas para el manejo de la economía, el discurso conflictivo que frente a la inversión privada tanto interna como foránea genera la fuga de capitales, la confiscación de empresas en plena producción, el incremento de salario sin una concertación de las partes involucradas y con absoluta seguridad la nueva Ley del trabajo, inconsulta con una carga electorera y demagógica golpeara mas a la empresa privada y contribuirá a incrementar el proceso inflacionario en perjuicio de las mayorías asalariadas.
Aunque ya paso el carnaval, los disfraces continúan. Ahora el disfraz no es el de Nicolás haciéndose pasar por Chávez, sino una nueva devaluación disfrazada de subasta, Todos sabemos lo que es subasta, que al final se impone la mayor oferta, que en este caso siempre estará muy por encima del cambio oficial, es decir sobre los 6:30.
No fue fácil entender a Giordani y a Merentes, y menos a Nicolás dando explicaciones. Mas que pretender informar era para confundir, se continuo arrimando más leña a la candela, es decir, se incremento el proceso inflacionario ya desbocado con la última devaluación del casi 50 por ciento, conducido por esos irresponsables, y el pobre pueblo, que somos todos,, sufriendo las consecuencias de una política económica desacertada. ¿Quién tendrá acceso a la subasta? ¿El hombre del pueblo? O los capitalistas boliburgueses hoy dueños del poder. Sin duda.
Con el SAIME ya era una odisea, en esta subasta resultará imposible obtención de divisas, el innombrable continuará su loca carrera y los pecios continuaran su cómodo viaje en ascensor. Repuestos de toda índole más caros. Aumento de insumos importados más caros. Alimentos importados más caros. Línea blanca, neveras, cocina y lavadoras mas caras
Chávez, con no ser economista y con poca preparación sobre la materia, tenía intuición y don de mando para controlar a sus ministros, pero Nicolás, pobrecito, sólo le queda decir que sí a todo lo que Giordani y Merentes le presenten, que el pueblo, que somos todos, soporte el desastre.