La falta de presupuesto, daños en la infraestructuras y cientos de libros que se han perdido producto de las filtraciones y humedad es el panorama que se repite en la mayoría de las bibliotecas de las universidades públicas del estado Lara, en donde en muchos casos deben laborar como pueden y por días para atender a los jóvenes que se acercan a estos espacios de adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos.
El equipo periodístico de El Impulso realizó un recorrido por tres universidades de Barquisimeto para conocer cómo se encuentran laborando en estos archivos y se pudo constatar que en su mayoría trabajan “a medias”, tras los incontables daños que se pueden encontrar en estos espacios.
Libros dañados en la biblioteca de la UPEL
Nostalgia es el sentimiento que invade a las encargadas de la Biblioteca Francisco Lira de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) al rememorar cómo era este espacio educativo hace algunos años y la “actualidad no muy grata” que aseguran vivir tras la decadencia, daños y pérdidas que han sufrido.
“Actualmente tenemos una situación no muy grata, tenemos muchos focos a los cuales hay que atacar, especialmente el área de pregrado que está contaminada, hay filtraciones y aparte tenemos contaminación de termita”, dijo Lorena Canela, encargada de la biblioteca.
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La licenciada lamentó el haber perdido “demasiado material bibliográfico”, teniendo que botar libros de áreas como educación y psicología, los cuales tuvieron que ser desechados por el daño que sufrieron producto de las filtraciones que viven en la biblioteca, contabilizando hasta la fecha al menos 300 ejemplares.
Cambio de espacio en la UCLA
Una de las bibliotecas que han tenido que mudarse a otros espacios ante los daños sufridos en su anterior sede, ha sido la del Decanato De Ciencias Veterinarias de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), donde la falta de mantenimiento causó detrimento, esto tras el colapso del techo de madera que causó la filtración de agua.
Ana Oquendo, coordinadora de la Biblioteca de Veterinaria de la UCLA, aseguró que uno de sus mayores lamentos ha sido la pérdida de la producción intelectual, no solo en este espacio sino en la de otros decanatos, resaltando que “hay tesis de grado que no se han recuperado, eso ha pasado por lo menos en la Biblioteca de Medicina, donde toda la parte de la producción intelectual se perdió, porque se contaminó el área y esa información no se puede recuperar”.
“Aparte que el personal que se ha ido no ha sido renovado y los que quedamos tenemos que hacer de jefes, de secretarías, de mensajero, todo tipo de trabajo para que la biblioteca no se pare”, agregó la licenciada en bibliotecología.
En la misma UCLA, pero en el Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales han tenido que cerrar el espacio de sótano, lugar donde está la hemeroteca, revistas, leyes y trabajos de grados, esto ante la falta de aires acondicionados y equipos actualizados que permitan realizar la labor adecuadamente.
Arcida Camacho, coordinadora de esta biblioteca, expusó que “no están las condiciones aptas para laborar allá abajo, algunas computadoras están dañadas, son varias cosas, varios puntos que no dejan que trabajemos allá abajo. Desde hace mucho tiempo que tampoco compramos material, solamente estamos trabajando con material de hace mucho tiempo, también tenemos problemas con el Sistema Alejandría que en algunas bibliotecas funciona como en otras no”, comentó al referirse al sistema que permite prestar libros y ubicación de los mismos.
Hurtos y filtraciones en la Unexpo
Por su parte, en la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (UNEXPO) han sufrido distintos hurtos y la biblioteca no ha quedado apartada de ello, dejando sin energía y servicios básicos este área de aprendizaje, sumado a los daños por la falta de inversión pública que ha causado filtraciones y daños en los libros.
“No tenemos servicio de agua, se llevaron cables de altos costos, ya se han llevado 40 estantes, empiezan a desvalijar y destrozar cosas. Hay contaminación, hay libros que están deteriorados y hay que hacerles como un expurgo porque después contamina a los demás”, mencionó Yasmín Silva, coordinadora de la Biblioteca de la Unexpo, al mencionar alguno de los principales problemas.
Luz al final del túnel
A pesar de esta realidad que viven las universidades, esto ha hecho florecer la voluntad de los estudiantes, representantes, profesores y autoridades de estas casas de educación superior para buscar soluciones en conjunto y “salir adelante” con la intención de recuperar muchos de los espacios de las casas de estudios.
En la UCLA, los estudiantes y profesores han estado presentando proyectos para generar ingresos propios, “presentamos un proyecto donde vamos a brindar servicios como impresión de fotocopia, solvencia, dictar cursos, entre otras cosas y cada unidad, dependiendo de su función, va a poder presentar un proyecto”.
“Estamos tratando de salir a flote con los mismos estudiantes, con el mismo personal, con las mismas autoridades porque tenemos vocación de servicio y queremos trabajar, no nos van a detener”, dijo Oquendo.
En la UPEL y la Unexpo a pesar de todos los daños sufridos en las bibliotecas siguen prestando el servicio “a medias”, pero trabajan por días para brindarle apoyo a los estudiantes que requieren una referencia bibliográfica o un libro que los ayuda a extender sus conocimientos en el área.