Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, anunció que reducirá su suministro de crudo a Estados Unidos a partir de enero, como parte de un acuerdo con la OPEP+ para limitar la producción y apoyar los precios del mercado.
El reino ha dado un paso unilateral para disminuir en julio la producción diaria en un 10%, hasta alcanzar los 9 millones de barriles, lo que representa el mínimo desde 2011. De esta forma, Arabia Saudita tendrá menos de 6 millones de barriles diarios disponibles para las exportaciones, y la mayor parte de esta cantidad se destinará a países asiáticos.
La medida podría llevar al endurecimiento del mercado y al aumento de los precios del petróleo, que han sufrido una fuerte caída debido a la pandemia de covid-19 y la guerra comercial entre Rusia y Arabia Saudita a principios de 2020. El crudo de referencia en Europa, se cotiza actualmente en torno a los 75 dólares por barril, mientras en Estados Unidos, ronda los 72 dólares.
Estados Unidos podría tener problemas para diversificar a sus proveedores, ya que algunos de los principales productores de petróleo como Rusia, Irán y Venezuela están bajo sanciones occidentales. Por ello, algunos analistas consideran que esta es la mejor oportunidad que tiene Riad para incrementar sus ingresos petroleros.
El acuerdo de la OPEP+, que agrupa a los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros aliados como Rusia, consiste en recortar la producción en 9,7 millones de barriles diarios desde mayo hasta julio de 2020, y luego ir reduciendo gradualmente el ajuste hasta abril de 2022.
Arabia Saudita ha presionado a las demás naciones de la OPEP+ para que cumplan con sus compromisos y ha empujado a otras naciones OPEP+ a reducir suministro de crudo. El ministro saudí de Energía, Abdulaziz bin Salman Al Saud, dijo que la decisión de recortar el suministro era «puramente económica» y no tenía nada que ver con las presiones políticas de Estados Unidos.