La pregunta que se hace todo el mundo es: ¿dónde está Tareck El Aissami?, quien renunció a su cargo de ministro de Petróleo, el 20 de marzo y lo hizo saber por twitter, pero mucho antes de eso no se sabe de su paradero.
Corresponde a Nicolás Maduro responder a la interrogante, declaró el abogado constitucionalista Miguel Soto, tras señala que se trata de un caso muy extraño, confuso y delicado.
Porque si nada se sabe de un funcionario de alto nivel, que está en manos del gobierno, entonces, ¿qué se puede esperar para el resto de los ciudadanos en este momento en que todos los ojos del mundo están fijos en la conducta del régimen investigado por la Corte Penal Internacional?
Un gobierno serio, responsable y cumplidor de sus obligaciones lo primero que tenía que haber dicho el jefe del Ejecutivo Nacional, acostumbrado a decir todo lo que se le ocurre en cadenas de radio y televisión, es dónde tiene a El Aissami, en qué condición de salud se encuentra, si el fiscal general Tarek William Saab (como también es su obligación) lo someterá a interrogatorios y dentro de la investigación sobre la corrupción de Pdvsa, y determinar sus responsabilidades, sencillamente, porque las tiene como ministro de Petróleo.
Recordemos que Maduro, utilizando esas cadenas, en febrero de 2017 prometió brindarle todo su apoyo político y jurídico cuando el gobierno estadounidense mediante la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico incluyó en la lista Kingpin a El Aissami, donde también aparecían Hugo Carvajal, exdirector de Contrainteligencia Militar; Henry Rangel, exministro de la Defensa y gobernador de Trujillo; Ramón Rodríguez, exministro de Relaciones Interiores y gobernador del Guárico.
Y también en cadena de julio de 2019 lo volvió a defender cuando El Aissami fue señalado de tener vinculación con el grupo terrorista Hezbolá. Y lo que llama más la atención es que el ex ministro y ex vicepresidente de Venezuela está solicitado por la justicia de los Estados Unidos, que le ha puesto una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.
Surge, entonces, la pregunta: ¿Por qué no ha utilizado una cadena para informarle al país, al cabo de más de 90 días, dónde está El Aissami? Porque se trata de quien fue vicepresidente ejecutivo de la República, gobernador de Aragua, y ha desempeñado altos cargos tanto en la administración de Maduro como en la de Chávez, además de ser uno de los principales directivos del partido oficialista. No es cualquier persona.
Pero, también llama la atención que El Aissami no aparecía públicamente desde el 6 de marzo cuando se reunió con el principal directivo de la empresa petrolera rusa Rosneft, en Caracas, con quien presuntamente se había llegado a acuerdos relacionados con la industria petrolera.
Y es de recordar que El Aissami en su mensaje del 20 de marzo dijo que renunciaba al cargo por el escándalo de las mafias, como calificó el propio Maduro a quienes estaban involucrados en los hechos de corrupción en Pdvsa y las criptomonedas. De modo, pues, que como representante máximo del gobierno, el presidente Maduro debe darle una explicación al país.