#Opinión: Sin tregua. ¿Cuán independencia, cuál soberanía? Autor: Macario González

¿Sabe usted, mi estimado lector, cuánto le vendimos nosotros a EE.UU en 2012 y cuánto le compramos? ¿Sabe usted qué cosas le vendimos y cuáles le compramos? Pues bien, vale la pena saberlo. Miren estos datos: Le vendimos a EE.UU en 2012 casi 39 mil millones de dólares. ¡Y suena interesante!, pero la verdad es que 96% de ese total fue solamente petróleo. Es decir, a esos 300 millones de “gringos” de tal alto poder adquisitivo, los más consumistas del planeta, casi no le vendimos nada… Salvo petróleo crudo. ¡Qué desperdicio! Tan solo materia prima, como cualquiera de aquellos países que desde la izquierda de unas décadas atrás llamábamos “repúblicas bananeras”, por entreguistas de su soberanía y por dependientes.
El “imperio”, en cambio, nos vendió a nosotros 18 mil millones de dólares. Además de gasolina, mucha gasolina, fabricada con nuestro propio petróleo, nos vendieron toda clase de productos manufacturados, con valor agregado de su industria y su agro, generando empleo allá. Nos vendieron arroz, trigo, muchos otros alimentos, maquinarias, repuestos, vehículos y paremos de contar. Todo lo que implica una intensa labor industrial. ¿Hace falta una mayor prueba de nuestra dependencia?
Nunca –insistimos desde este espacio– desde hace 100 años tuvimos un gobierno que nos sumiera en una dependencia tan profunda “del imperio” como esta revolución de pacotilla. Mucho bla bla contra “los gringos” pero cada vez somos más dependientes de ellos. Mucho gamelote sobre soberanía y segunda independencia pero todo de la “boca para afuera”.
Por eso salen nuestros buques –puntual y eficientemente– hacia el norte para colocar allá 700 mil barriles diarios de petróleo crudo sin chistar. Y por eso le compramos 120 mil barriles diarios de combustibles como gasolina y otros. Por eso el arroz de Pdval viene del norte. Y casi todo en piezas y repuestos, equipos y maquinarias llegan a esta “potencia” venezolana gracias a los “gringos”. Sin embargo, para continuar con la “cháchara” del antiimperialismo, Maduro, el mismo día en que anuncio el fallecimiento de Chávez, salió haciendo el aguaje de “expulsar dos funcionarios de bajo nivel de la embajada gringa” sin que fuese otra cosa que una burda manipulación para hacer creer que esta “revolución” está sometida al acoso y ataques del imperio cuando los hechos ponen en evidencia todo lo contrario.
¿Usted no cree, estimado lector, que ante una falta tan grave como “reuniones de esos dos diplomáticos gringos con militares venezolanos”, la reacción ha debido ser mucho más fuerte? ¿Una simple expulsión de dos funcionarios que ya ni siquiera estaban en el país? Pero ni con el pétalo de una rosa toca Maduro la venta de petróleo, la compra de gasolina ni la importación de alimentos. ¡Porque el antiimperialismo de Maduro y su combo es pura paja!
La verdad es que, en lugar de ser más independiente, estos “revolucionarios” destruyendo la industria y la producción nacional nos convirtieron en “imperio-dependientes”, como nunca antes. Ni Gómez ni Pérez Jiménez fueron tan entreguistas de nuestra soberanía. Así son las cosas…