#Opinión: La tragedia de conseguir gas Autor: Esteban Ureta Manzanares

Un país desarrollado se mide en buena parte por la calidad y buen funcionamiento de los servicios básicos: disponer de gas permanente, acceso y recepción de agua potable, uso y recepción de energía eléctrica sin cortes, un servicio de aseo eficaz y oportuno, vías de comunicación en buenas condiciones y un trasporte público y privado satisfactorio.
Voy a hablar de la tragedia que significa para los ciudadanos tener al día el gas en su hogar. La distribución del gas en la mayoría de las parroquias de Iribarren se ha convertido para muchos usuarios en un sufrimiento al verse privadosd el gas durante días y días. Esta situación se ha convertido desde hace tres años en una práctica aberrante, plagada de corrupción y de mafias que la amparan.
Hay casos que se repiten periódicamente. Un ciudadano va a solicitar la bombona de gas con un mes de antelación para que la puedan llevar a tiempo. Y ¿qué sucede? En la oficina de solicitud le dicen: “Esté pendiente a partir de 10 ó 15 días”. A los 20 días va uno a ver qué ha pasado y la frase acostumbrada es: “Ya la bombona está en el camión de distribución, se dio la orden del pedido”. Pasan 10, 20, 30 días y vuelvo a ir o a llamar para saber qué es lo que está pasando y la respuesta es la misma: “Está en el camión, tiene que esperar”. Llevo ya mes y medio sin gas, escuchando esta frase. En la última oportunidad que fui a esta oficina de la 19 entre 30 y 31, el que me atendió en la taquilla ante mi pregunta de qué haría él si llevara un mes sin gas, tuvo el descaro de contestar que él iría a Pavia a comprarlo para poder hacer la comida para su familia. He conocido después que en Pavia funciona un sitio de reventa de la bombona de gas.
Lo que está pasando,es que los camiones distribuidores del gas en las comunidades no entregan las bombonas a los que la han solicitado, sino que la venden al que en la vía o en las comunidades les ofrece más del precio fijado, o la entregan a centros de reventa, donde luego el vecino al que no se lo mandan lo puede adquirir tres y cuatro veces por encima del costo fijado.
De esta situación son conocedoras todas las instancias de la cadena de distribución, que son cómplices o se hacen la vista gorda. La realidad dolorosa e injusta para un buen número de ciudadanos a quienes se les niega el derecho a recibir el gas, es que en la distribución del gas comunal, etiquetado ahora como del pueblo, se practica la corrupción descarada y abusiva, que logra que el gas no llegue al pueblo y se le niegue su derecho a adquirirlo en el tiempo que lo requiere y al precio establecido.
Desgraciadamente una buena parte de los usuarios se están acostumbrando a aceptar esta realidad como algo normal y que por consiguiente la única salida es someterse al tinglado de corrupción que han montado: irá a a dquirirlo en los sitios de reventa.
Pero en este caso como en otros muchos de corrupción o inseguridad, etc., no debemos bajar los brazos y someternos pasivamente ante el abuso, la injusticia, la corrupción; mas bien debemos reclamar, defender el derecho que tenemos como ciudadanos y seguir luchando por cambios que solucionen la situación, borrando y eliminando la corrupción y la injustica.