El viajero que pase por la autopista Centroccidental en sentido este-oeste puede observar, poco antes de llegar a la entrada a Urachiche, una considerable cantidad de viviendas inconclusas, parcialmente cubiertas por los bosques, señal de que desde hace tiempo allí no se hace nada para continuar su construcción, que están abandonadas.
Se trata de unidades habitacionales iniciadas hace más de diez años como parte del proyecto, Unidos por nuestras viviendas, cuya ejecución fue iniciada con financiamiento del Ministerio de las Finanzas y el Banco Industrial de Venezuela, como se puede leer en la valla que aún existe en el sector conocido como Camunare, perteneciente al municipio Urachiche.
El proyecto consta de 131 viviendas y su construcción estaba a cargo de la empresa Probaferca, que por causas no precisadas lo dejó abandonado.
La inversión prevista en aquel entonces alcanzaba la suma de 11.659.000 de bolívares, pero ahora esa cantidad se ha cuadruplicado por el incremento que en estos años han experimentado los materiales de construcción.
Emerson Velásquez, dirigente social yaracuyano, dijo que no se justifica que mientras muchas familias se encuentran sin un techo donge guarescerse, ese lote de soluciones habitacionales se encuentre abandonado.
Además, considera que ni el alcalde del municipio ni el gobernador se han preocupado por la suerte de esas familias que, esperanzados, se convirtieron en socios del proyecto paralizado.
Por su parte, Vladimir Ossa, socio fundador y por lo tanto uno de los afectados por la demora, dijo que la construcción de las casas, las primeras cincuenta, se encuentra paralizada desde hace unos seis años cuando hubo problemas con la empresa encargada de la obra.
Posteriormernte, explicó, se suscribió un acuerdo reparatorio para terminar las primeras 48, pero se está a la espera de un nuevo financiamiento por parte del Banco Industrial de Venezuela para reiniciar los trabajos.
¿A qué se debe la demora?
Lo desconocemos, respondió. Pero nosotros seguimos esperanzados, porque la esperanza es lo último que se pierde, en que el banco apruebe los recursos para terminar ese primer lote que por tanto tiempo hemos esperado.
Hizo un llamado al alcalde de Urachiche y al gobernador de Yaracuy para que se acuerden que se trata de un numeroso grupo de familias que necesitan de esas viviendas pues la mayoría viven alquilados, arrimados con allegados o en ranchos incómodos, inseguros e insalubres.
Igualmente extendió su llamado a alguien en el Gobierno Nacional, en el Ministerio de la Vivienda y Hábitat, para que hagan una visita al sector Camunare donde se está perdiendo un valioso material de construcción pues algunas de las casas han comenzado a ser desmanteladas aun sin haber sido terminadas.
Como Vladimir Ossa todos lossocios del proyecto Unidos por nuestras viviendas permanecen a la espectativa, visitando frecuentemente el sector de Camunare para impedir que personas extrañas, también carentes de soluciones habitacionales, intenten ocuparlas a pesar de no estar terminadas pues sólo les hicieron el techo y algunas paredes.
Lamentablemente no han contado con el apoyo de las autoridades municipales, alcalde y concejales, ni del gobernador, el anterior y el actual, para gestionar ante los entes nacionales correspondientes la continuación de tan necesario proyecto habitacional que vendría a resolver en parte el déficit de viviendas que se presenta en toda Venezuela y el municipio Urachiche de Yaracuy no es la excepción.
Amenazan con protestas
Los 131 socios del proyecto Unidos por nuestras viviendas, que se sienten estafados o al menos engañados, hasta ahora se han mantenido pasivos, esperanzados en que en cualquier momento se podría reiniciar la construcción de las primeras 48 casas del sector Camunare, en Urachiche.
Sin embargo, durante la más reciente asamblea celebrada el pasado domingo se planteó la posibilidad de iniciar acciones de protestas públicas que podrían incluir el cierre de la autopista Centroccidental si en determinado lapso de tiempo no reciben una decisión positiva a sus intereses como son las viviendas para las cuales ya han hecho aportes considerables.
Al preguntarle a una de las mujeres socias de la asociación si ya se tiene fijada fecha para las protestas se limitó a responder que “eso puede ocurrir en cualquier momento porque ya nos cansamos de esperar que el gobierno actúe a nuestro favor”.
Fotos: Luis Salazar