La titánica campaña de Capriles
Joel Rodríguez Ramos
Hace dos semanas, cuando Capriles aceptó el reto de ser de nuevo candidato presidencial, sentí verdadera admiración por el coraje de ese muchacho enjuto, de lenguaje entrecortado, directo, con apariencia de debilidad física, pero de una voluntad y fortaleza admirables. Poco antes de su anuncio temía que no aceptara el nuevo reto. En la oposición nadie podía sustituirlo en este momento, a pesar de los grandes valores humanos existentes en las filas de la alternativa democrática, además, todo el país esperaba que fuera de nuevo Capriles el abanderado presidencial de la oposición.
Ganar la elección del 14 de abril va a ser muy difícil, Capriles lo sabe, por eso es aún más de admirar su decisión. Me parece que no es, como podría alguien pensar superficialmente, un tema de ambición personal. Creo que es su amor a la Patria y a sus compatriotas, la situación caótica que vive la nación, la desunión entre venezolanos, el futuro incierto para nuestros jóvenes, la violencia desatada, la destrucción de las instituciones, la merma de la democracia y la libertady muchas cosas más, lo que determina la decisión heroica de Capriles.
Que se puede quemar si vuelve a perder, es posible, Capriles lo contempló entre sus posibilidades, pero él mismo se respondió cuando señaló que no podía dejar solos a los jóvenes sin oportunidades y sin respuestas a sus inquietudes, a las madres que ven morir a sus hijos a manos del hampa no combatida por este gobierno, a los trabajadores que reclaman sus derechos y sienten perder el valor de sus salarios frente a una devaluación de la moneda, ya doble este año, y a una inflación que el régimen no puede contener. Bravo por Capriles. Tengo la impresión de que la cautela con la que la población opositora ha tomado este evento electoral, va a ayudar mucho a un resultado favorable al final del mismo. Capriles ganará, aun perdiendo Capriles ganará, pues le está dando un gran ejemplo a todo el país con su coraje, su arrojo, su fortaleza, su decisión de cambiar el rumbo siniestro que le ha dado este régimen a Venezuela. Capriles con su amor al país está dando el más grande testimonio de venezolanidad y eso es lo que más falta hace en estos momentos cuando nos quieren robar la Patria que nos legaron nuestros libertadores. Oír el himno de otro país en cadena nacional es la más grande traición a la Patria que se pueda concebir. Eso se tiene que acabar y Capriles está dando su pellejo para voltear esa traición. Nadie que sienta de verdad a Venezuela en sus venas puede dejar de acompañarlo.
Es cierto, todas las condiciones electorales están elaboradas y puestas para torcer la auténtica voluntad popular. Esto hay que decirlo, aunque invitando a la vez a votar, a pesar de esas condiciones. Una avalancha de votos a favor de Capriles hará triunfar la verdad que se siente en la población venezolana, que deseamos vivir en libertad, en democracia y en paz. Una avalancha hará añicos cualquier trampa que en su maldad nos tienda el adversario. Ya pueden impedir y agredir las marchas de nuestros muchachos, ya pueden poner todas las alcabalas que quieran en los centros de votación y retrasar el proceso, ya pueden prohibir alojar a quien sea de oposición en los hoteles de Venetur, en la más insólita decisión que recuerde, reflejo de la inmoralidad de un régimen carcomido por la perversión y la maldad, ya pueden poner a toda la administración pública y a las FAN, violando la Constitución Nacional, al servicio de una candidatura que sólo representa un ciego servilismo al difunto presidente y sus ideas, ya pueden hacer lo que quieran,que cuando un pueblo se rebela contra la iniquidad, no hay fuerza humana que pueda con esa decisión popular de buscar nuevos rumbos al destino nacional.
Esta campaña de Capriles ha sido titánica y lo será hasta el final, vamos a acompañar a ese muchacho, su lucha es la lucha de todo un pueblo que quiere desatarse las cadenas de la sumisión al régimen más inicuo y mentiroso de la historia de Venezuela.