A 19 días de las elecciones presidenciales la oposición venezolana dice estar en las mejores condiciones para derrotar al presidente encargado, Nicolás Maduro, al que identifica como el candidato oficialista más débil que les ha tocado enfrentar en 14 años.
El jefe del comando opositor y gobernador del estado central de Lara, Henri Falcón, afirmó el martes en una conferencia con corresponsales extranjeros que los sectores adversos al gobierno tienen en este momento las «mejores posibilidades» para vencer al oficialismo en los comicios presidenciales del 14 de abril porque «hay una gran motivación» en la calle y un «deseo desesperado de que cambien las cosas en el país».
Falcón dijo que a diferencia de otras elecciones presidenciales en esta oportunidad una de las mayores debilidades que afronta el oficialismo es su candidato, Maduro, al que describió como un «desconocido» y sin liderazgo, incluso dentro de su partido, que «cabalga sobre la figura» del fallecido presidente Hugo Chávez.
El dirigente aseguró que en el gabinete y el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela «hay grandes contradicciones» en relación con la candidatura de Maduro porque «nunca ha sido un líder de calle… pero tampoco tiene ninguna experiencia en el ámbito de la administración».
«Maduro es un pésimo candidato», dijo Carlos Ocariz, director nacional del comando opositor y alcalde del municipio capitalino de Sucre, al reconocer que la próxima elección representa la mejor oportunidad que ha tenido la oposición en más de una década porque «no está Chávez».
Falcón desestimó que el candidato opositor y gobernador del estado central de Miranda, Henrique Capriles, haya iniciado la precampaña electoral abajo en las encuestas y dijo que «las encuestas nuestras son la calle. Sólo hay que salir a calle y sólo hay que estar en una actividad de Henrique y recoger no sólo las emociones sino también las voluntades de la gente».
Al respecto Ocariz expresó que ante la corta campaña electoral, que se inicia oficialmente el 2 de abril y se extenderá por 10 días, será difícil tener un riguroso estudio de opinión y aseguró que todas las encuestas que se realicen en estos días «van a tomar fotos muy movidas» que no van a poder mostrar con exactitud la realidad electoral del país.
Un estudio que realizó entre el 11 y 13 de marzo la encuestadora local Datanálisis, una de las principales del país, reveló que Maduro tiene un respaldo de 49,2% del electorado y supera por 14,4 puntos porcentuales a Capriles. La encuesta que se hizo entre unas 800 personas con un margen de error de 3,4% determinó que el candidato opositor cuenta con un apoyo 34,8%.
Ocariz indicó que para vencer en estas elecciones la oposición apuesta a «garantizar el 100% del voto opositor» que tuvo en los comicios presidenciales del 7 de octubre, que fue de 6,5 millones de sufragios, y a que se dé una «desmovilización» entre los chavistas que se sientan desmotivados por la candidatura de Maduro.
El dirigente hizo referencia a una encuesta, de la cual no ofreció mayores detalles, que se hizo antes de la muerte de Chávez el 5 marzo y que reveló que «de cada cuatro chavistas que votaron el 7 de octubre, uno no quiere votar por Maduro. Es decir, un 25% de pérdida de voto duro del chavismo que tiene Maduro».
«Aquí estamos peleando contra los dólares del petróleo. Contra el presidente que no debería ser presidente y candidato y lo es. Debería ser presidente pero retirado para ser candidato como establece la constitución. A parte de eso tenemos todos los poderes públicos en contra», dijo Ocariz al referir que la oposición va estas elecciones en una situación de minusvalía porque está enfrentando el «ventajismo» del Estado y el poderoso poder de penetración de los medios estatales que aseguró que no le dan ningún tipo de cobertura a los eventos políticos de Capriles.
En cuanto a las condiciones mínimas que exigirá la oposición a las autoridades electorales para ir a los comicios del 14 de abril Ocariz indicó que está luchando para combatir el «desbalance de los medios», garantizar la penetración de la propaganda opositora, que las fuerzas armadas -que se encargarán de la custodia de los centros de votación y el material electoral- mantengan una posición imparcial, y que el oficialismo no utilice los actos de conmemoración del fallido golpe del 11 de abril de 2002 para hacer campaña electoral.
Al ser consultado sobre qué ocurrirá si la oposición no logra esas condiciones mínimas el dirigente dijo que la decisión final está en manos de Capriles, pero sostuvo que «a la gente no la vamos a dejar sola».
Chávez logró una tercera relección en los comicios del 7 de octubre con 55% de los votos -8,19 millones de sufragios-, mientras que Capriles obtuvo 44,3%.