De cara hacia afuera el gobierno ha venido repitiendo, desde hace doce años, diálogo, diálogo y diálogo, pero no ha sido sincero, mientras que la oposición ahora lo que está pidiendo es que se establezca un calendario electoral e insiste en la fecha.
Esta es la apreciación que tiene el doctor Nelson Valera, quien ha tenido una larga carrera diplomática, al ser entrevistado por El impulso en relación con la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela y las negociaciones entre el gobierno y la oposición.
-¿Por qué si había unas conversaciones en México para buscar una solución a la crisis política venezolana, Estados Unidos optó por aceptar que Gustavo Petro hiciera una cumbre en Colombia para tratar la situación de nuestro país?
-Una cosa es la mesa de negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolana en México y otra la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela, que se llevó a cabo en Bogotá.
La negociación que tiene como sede México, sigue en pie, lo que pasa es que el gobierno de Petro se ha acercado al de Venezuela porque considera necesario que para llevar a cabo su plan de paz total, se debe hacer un esfuerzo para que se levanten las sanciones y se continúe con esa base en la negociación en México, la cual, según tengo entendido, va a continuar.
La Conferencia Internacional de Bogotá responde a los mismos fines de la negociación de México.
– ¿Qué se podía esperar de una Conferencia Internacional relacionada con nuestro país en la que no hubo la participación del gobierno de Venezuela ni tampoco de la oposición?
-Creo que esto debió ser negociado entre Venezuela y Colombia para que no hubiera participación del gobierno y la oposición venezolana en esa Conferencia. Y por supuesto que se hicieron negociaciones entre el gobierno y la oposición para que se hiciera en Bogotá. Tiene que haber habido consentimiento.
-¿Cómo se explica que Nicolás Maduro pusiera condiciones para esa reunión de Bogotá, concretamente en que le quitaran las sanciones y se suspendieran las investigaciones que está haciendo la Corte Penal Internacional al gobierno por la comisión de crímenes de lesa humanidad?
-Antes no se habían planteado la suspensión de las investigaciones de la Corte. Eso es nuevo tanto dentro de la negociación en México como en la Conferencia Internacional.
Claro está, eso es una forma de endurecer la posición en las conversaciones, porque en las negociaciones generalmente se ponen situaciones extremas para lograr un porcentaje importante de lo que se negocia en la mesa. Pero en una conferencia de tipo político no se puede incluir la materia penal porque ésta tiene su propio canal. Y, por tanto, no podía tomarse en cuenta en un escenario internacional que estaba tratando un asunto muy distinto.
-Como todos los países tienen privilegiados sus intereses, ¿acaso en esta reunión de Bogotá no había también cierto interés por el petróleo venezolano?
-En primer lugar tiene importancia la parte política porque a los colombianos les interesa muchísimo que Venezuela logre controlar toda la situación de los grupos guerrilleros, los cuales están formando parte del plan de paz del presidente Petro y para eso necesitan atención de Venezuela. Al mismo tiempo, el presidente colombiano anda buscando que le levanten las sanciones al gobierno venezolano por lo que éstas tienen que ver con la economía. Claro que hay una gran necesidad mundial de petróleo y energía. Venezuela tiene enormes cantidades de crudo en el subsuelo que puede ser explotado. Además, hay una anuencia del gobierno venezolano para las operaciones de la Chevron mediante licencia de los Estados Unidos. Creo que hay negociaciones de alto nivel para los aspectos económicos y políticos en todo este proceso de búsqueda de soluciones para Venezuela.
-¿Se puede creer en el desarrollo de conversaciones entre el gobierno y la oposición, cuando desde el año 2.014 se han efectuado por lo menos diez mesas de negociaciones y todas han terminado abruptamente suspendidas, sin llegar a ningún acuerdo?
-Desde hace más de doce años se ha venido hablando de diálogos entre el gobierno y la oposición y lo que siempre se ha visto es que ha habido buenas intenciones. No se dieron pasos para solucionar problemas, y esa ha sido una constante del gobierno. Aunque se vuelvan a sentar en la mesa, los del gobierno no tienen mucho apuro en solucionar las cosas. De cara hacia afuera hablan y repiten diálogo, diálogo, diálogo. Reiteran que buscan la paz. Pero, es todo lo contrario. No han sido sinceros en su prédica.
-¿Qué se puede esperar ahora?
-Las necesidades están ahí. Al gobierno sólo le interesa que le levanten las sanciones y a la oposición que se fije un cronograma electoral que incluya la fecha. Antes no se hablaba de fecha cuando la Constitución venezolana es muy precisa. No sé por qué se habla de fecha, pero es posible porque el gobierno puede poner una que le convenga. Sin embargo, se debe respetar lo que dice la Constitución. Y lo principal es que en Venezuela la democracia funcione como democracia, pero al gobierno no le interesa que funcione la democracia sino el autoritarismo.