La Unión Panamericana y del Caribe por los Derechos Humanos (Pacuhr) mostró su preocupación ante la posible ola de deportación por parte de Aruba y Curazao luego de la apertura de fronteras entre estas islas y Venezuela.
“Nuestra preocupación se centra en la apertura de las fronteras de Aruba y Curazao con Venezuela y que esto pudiese generar aprehensiones masivas y expulsiones de venezolanos en situación migratoria irregular, constituyendo una inobservancia del Ordenamiento Jurídico Internacional”, señala Pacuhr.
Actualmente se estima que en estas islas hay unos 17.000 venezolanos, de las 280.000 personas que suman en población Curazao y Aruba, lo que representaría un 6% de los habitantes.
Durante los últimos meses se han hablado de los aspectos positivos que esta apertura conlleva, sin embargo, la organización instó a las autoridades de estos territorios a proteger la integridad de los migrantes y tomar medidas de asilo o refugio.