“Deci y Ryan son conocidos por su teoría de la autodeterminación, en la que sostienen que las personas están motivadas cuando tienen un sentido de autonomía, competencia y conexión social. Según Deci y Ryan, las personas están motivadas cuando tienen la libertad de elegir su propio camino y tomar decisiones, cuando se sienten competentes y capaces de tener éxito y cuando tienen relaciones sociales significativas y de apoyo”.
Edward Deci y Richard Ryan
Una persona fuertemente motivada es capaz de sacrificar otras cosas con la finalidad de llevar adelante lo que le apasiona.
Suele compartir sus pensamientos y experiencias con los demás con gran entusiasmo.
La persona no se rinde fácilmente ante los obstáculos o dificultades que se le presentan en el camino y se muestra perseverante y determinada para lograr sus objetivos.
Tiene un conocimiento profundo y detallado sobre la actividad o área de interés, lo que indica que ha invertido tiempo y esfuerzo en aprender y mejorar.
Muestra emociones fuertes, como alegría, euforia, frustración o tristeza, en relación con la actividad o área de interés, lo que indica una gran conexión emocional con ella.
En mi primer artículo sobre la motivación que mueve a los emprendedores a realizar sus aspiraciones, hablamos de una sensación que quisiera aclarar un poco más y tiene que ver con la vitalidad.
La vitalidad es una característica que se asocia con la motivación y se refiere a la energía y fuerza física y mental que una persona posee. Cuando una persona tiene vitalidad, se siente más enérgica y animada, lo que puede ayudarle a afrontar los retos cotidianos y a alcanzar sus metas.
Las personas con vitalidad son capaces de recuperarse más rápidamente de situaciones estresantes o adversas y son menos propensas a caer en estados de ánimo negativos.
La vitalidad también puede estimular la creatividad y la imaginación, lo que puede ayudar a las personas a encontrar nuevas soluciones a los problemas.
Un emprendedor de verdad, posee siempre una gran vitalidad cuándo está en el negocio en el que siempre ha soñado estar.
Definitivamente, la vitalidad se asocia con la salud y la motivación y puede ayudar a las personas a enfrentar los desafíos cotidianos con más energía y entusiasmo. Para mantener la vitalidad es importante llevar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, actividad física regular, sueño adecuado y prácticas que promuevan la salud mental y espiritual como la meditación basada en las creencias que cada quien posea.
Italo Olivo
www.iolivo.com