Un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), difundido el 23 de marzo, reveló que el 64 % de los niños migrantes venezolanos que residen en Trinidad y Tobago carecen de acceso a educación. El mismo porcentaje tiene, además, dificultad para recibir atención sanitaria y adquirir certificados de nacimiento.
El estudio, que analizó los datos de 1.323 venezolanos, solicitó evaluaciones sistemáticas y coherentes de la evolución de la situación de los migrantes para garantizar la pertinencia y la eficacia de los esfuerzos de respuesta.
Asimismo, el documento mostró su preocupación por la salud sexual y reproductiva de los migrantes.
Richard Lynch, director adjunto de la unidad de asuntos internacionales del Ministerio de Seguridad Nacional, expresó el compromiso del gobierno de Trinidad y Tobago de garantizar la seguridad de la comunidad de acogida y de los migrantes.
Por otro lado, la OIM publicó su informe de la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (MDT, en inglés) de 2022, que revela una mejora de las tendencias laborales y una disminución de los casos de trabajo informal y pago insuficiente entre los venezolanos en Trinidad y Tobago.
También se observó una reducción constante de las llegadas a Trinidad y Tobago desde 2020, aunque 57 % de los encuestados se encontraba en situación de migración irregular.
En cuanto a la salud, se informó de que la mayoría de los encuestados tenían acceso a la asistencia sanitaria y estaban vacunados contra la covid-19, mientras que hubo un aumento en el acceso a la atención prenatal para las encuestadas embarazadas y lactantes en comparación con los esfuerzos anteriores del DTM.
Más apoyo para refugiados y migrantes venezolanos
El 14 de marzo, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la OIM urgieron un mayor apoyo de la comunidad global a los migrantes y refugiados venezolanos.
Las agencias de Naciones Unidas recordaron que en los últimos años casi 7,2 millones de venezolanos dejaron su país debido a la crisis; de ellos unos 6 millones son acogidos en naciones de Latinoamérica y el Caribe.
El colectivo «sigue sufriendo a la hora de cubrir sus necesidades más básicas, incluidas alimentación, cuidado sanitario, educación y vivienda», destacaron las agencias en un comunicado, donde también subrayaron que la inflación, los efectos aún presentes de la pandemia y la falta de regularización los hacen especialmente vulnerables.
«Si bien se han puesto en marcha en esa región varias iniciativas para la regularización (de este éxodo), lo que ha dado a muchos de ellos acceso a derechos y servicios, la comunidad internacional necesita seguir protegiendo a estos migrantes y refugiados e invertir en las comunidades que los acogen» subrayaron ACNUR y OIM.