El gobierno francés sobrevivió a dos mociones de censura este pasado lunes 20 de marzo en la cámara baja del Parlamento, luego que el presidente Emmanuel Macron buscara la semana pasada aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años sin la aprobación de los legisladores.
La moción de censura presentada por un pequeño grupo centrista y apoyada por una coalición de izquierda recibió 278 votos en la Asamblea Nacional, por debajo de los 287 necesarios para ser aprobada. Otra moción a iniciativa de la extrema derecha obtuvo apenas 94 votos.
Con el fracaso de las mociones de censura, se da por aprobado el proyecto de ley de pensiones. El resultado ajustado de la primera votación llevó a algunos legisladores de izquierda a pedir de inmediato la renuncia de la primera ministra Elisabeth Borne.
Cada una de las mociones de censura necesita el respaldo de la mitad de los escaños de la Asamblea Nacional, para ser aprobada. La alianza centrista de Macron tiene más escaños que cualquier otro grupo en la cámara baja.
El Senado dominado por conservadores que respaldan el plan de jubilación, aprobó la ley la semana pasada.
Las mociones de censura fueron presentadas por legisladores que estaban molestos porque presuntamente Macron hacía uso de poderes constitucionales especiales para forzar la aprobación de un proyecto de ley impopular que eleva la edad de jubilación sin darles un voto.
“Sólo faltan nueve votos… para derribar tanto al gobierno como a su reforma”, dijo la legisladora de extrema izquierda, Mathilde Panot. “El gobierno ya está muerto a los ojos de los franceses, ya no tiene ninguna legitimidad”.
La líder de la ultraderecha, Marine Le Pen, dijo que su grupo presentó una solicitud para que el Consejo Constitucional examinara el proyecto de ley este martes 21 de marzo y posiblemente lo censurara.