Trabajo de: www.laverdad.com
Tan solo el 47 % de las mujeres venezolanas que se estableció en Brasil en los últimos años huyendo de la crisis de su país usa anticonceptivos, según un estudio divulgado este lunes por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
El 53 % de las mujeres venezolanas que se refugió o solicitó residencia en Brasil dijo no usar ningún método anticonceptivo y el 63 % de las inmigrantes activas sexualmente dijo no haber usado preservativos en el último año, a pesar de que el Gobierno los ofrece gratuitamente.
El escaso uso de anticonceptivos repercute en elevadas tasas de fecundidad, ya que un 40 % de las venezolanas tiene entre dos o tres hijos y cerca del 16 % tiene más, según el estudio, realizado por la Fiocruz, vinculada al Ministerio de Salud, en colaboración con investigadoras de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
Un 10 % de las interrogadas llegó embarazada a Brasil para buscar ayuda pública durante su gestación y el parto.
«Muchas son adolescentes que llegaron embarazadas y solas. Por lo general, son madres que migran para buscar educación y salud para sus hijos. Cuando dejan los hijos en Venezuela, su mayor deseo es reunir dinero para traerlos», afirmó la especialista en salud, Zeni Carvalho Lamy, una de las responsables por el estudio.
Investigación
Los autores de la investigación dijeron no haber identificado discriminación en la atención sanitaria ofrecida a las venezolanas en los centros y hospitales públicos, incluso a las que necesitaron atención prenatal y para el parto.
El estudio fue resultado de las entrevistas que los especialistas del mayor centro de investigación en salud de América Latina le hicieron a 2.012 inmigrantes venezolanas de entre 15 y 49 años que llegaron a Brasil entre 2018 y 2021 huyendo de la crisis social, económica, política y humanitaria en su país.
El Gobierno brasileño calcula que unos 380.000 venezolanos ingresaron al país en los últimos cinco años y se acogieron a los programas de refugio o residencia ofrecidos por el país.
Las mujeres entrevistadas para el estudio se establecieron en las ciudades amazónicas de Boa Vista y Manaos, las capitales regionales más próximas a la frontera con Venezuela.
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