Una situación inusual viven los caroreños con un repentino cambio climático que están experimentando desde la noche del miércoles cuando cayó un invierno que se prolongó por cinco horas continuas.
El sol no se ha vuelto a ver en el cielo torrense desde ese día y el frío arropa a los habitantes de esta zona del estado Lara, acostumbrados a altas temperaturas.
La neblina mañanera hizo su aparición para sorpresa de los caroreños, desprovistos siempre de abrigos por el apremiante calor, ahora buscan entre su ropero alguna prenda gruesa de protección para hacerse de calefacción.
Pero entre este agradable ambiente, otras situaciones angustian a quienes habitan en zonas castigadas por el agua, como El Yabal, Torrellas, Campanero y la Zona Colonial que se encuentran en peligro ante el socavamiento de compuertas de la quebrada Sasare, que conecta con el río Morere, cuya corriente amenaza con inundaciones.
Muchas casas en estos sectores quedaron incomunicadas son acceso a la salida para las personas para hacer compras en ir a labores de trabajo.
Igualmente, un tramo de la carretera Carora- Altagracia, en la Otra Banda, se partió a la altura del caserío El Coyón, a consecuencia de las lluvias de las últimas horas.
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En Río Tocuyo, se salió el río Morere a la altura de los sectores El Paso del Tocuyo y Sabaneta, afectando el paso a los habitantes de la zona, principalmente a los agricultores y sus siembras.
En este sentido, habitantes de los sitios vulnerables les piden atención a las autoridades regionales y locales para que les brinden la debida atención.