Las personas que nos alimentamos de amar, admirar en positivo debemos tener mucha fuerza de voluntad para no contaminarnos ni caer en la vorágine de malas noticias que es el plato del día, sabiendo que esto es nocivo para la salud y es ahí cuando caemos en tristezas, desesperanza, desmotivación, pero en el caso de nuestra nación nos quieren convertir en voceros, de lo malo y desagradable que ha sido en estas dos décadas y con suficiente razón, da la impresión de que no hay nada que celebrar contra el bombardeo de errores que se han cometidos en nuestro país, nada de lo que han hecho quienes toman las grandes decisiones por supuesto inconsultas y nada de dar pie con bola en una nación que ya estaba realizada y lo que había que hacer es cuidar las riquezas y aumentarlas y no malversarlas o destruirlas.
Como nuestra Venezuela es única en riqueza y en gente noble e inteligente deberíamos pensar en aquellas personas que no necesitan hablar porque sus actitudes es el ejemplo; buscan la paz y el desarrollo integral o sea hablan lo mínimo y trabajan el triple, aquí en nuestra patria ese tipo de personas con esa actitudes un grupo que aguanto la pela, otro grupo está fuera de su nación con la mirada en su país y su corazón aquí, a la espera de mejor garantías y un nuevo cambio en la economía para su regreso, con mayor experiencia y convencido de que como este país no hay otro y siempre será indestructible, hay mucho doliente que está atento a su defensa y aboga por él, hasta por amor por tal podemos exigir una muestra de empresarios que han sabido aguantar el diluvio y han crecido ante las adversidades, ellos merecen admiración y respeto, como es el caso de las empresas Mendoza Lorenzo y Compañía, una familia honorable y respetable que por suerte están en nuestra nación que vinieron aportar, a generar empleos y riqueza para el país en la forma más inteligente y participativa, con mente clara e inteligente como deben ser quienes poseen talento, decencia y humildad, ojala hubiesen mas Mendoza de este estilo para enriquecer la nación.
El señor Alejo Hernández y Grupo El Tunal y otros como podemos ignorar a este hombre de trabajo incansable y como no admirar su labor y aporte al país si es un hacedor a tiempo completo con toda humildad en busca de la paz y el desarrollo, ocupado de lo que le gusta y sabe hacer, así como estos dos empresarios que exhibo y escribo con orgullo hay muchos de la nueva generación que suplirán con creces a los que pasamos de moda y no supimos defender tanta riqueza que Dios nos doto, que el Espíritu Santo nos ilumine para construir una inmensa autopista que conduzca a la reconciliación, al el amor, a la unión para abrirle paso a la prosperidad, para todos sin discriminación y bases sólidas; al perdón y unirnos todos en una inquebrantable solidaridad que rompa a raíz las venas del rencor.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran